La curiosa huelga del Hospital La Paz no consigue que se cubran los servicios mínimos en todas las plantas
Unos trabajadores han enviado un parte al Juzgado de Guardia para notificar que “en la sala 1 hay 22 pacientes para 12 camas con tres enfermeros, dos auxiliares y tres adjuntos”

Un minuto de silencio ha sido el comienzo de la concentración del personal del Hospital Universitario La Paz, convocada este martes a las 12.00, con motivo de su atípica huelga en la que los trabajadores han acudido a trabajar, pese a secundar el paro, con la intención de recibir refuerzos porque la dirección del centro está obligada a activar un protocolo de servicios mínimos. “Va por los compañeros lesionados, los que están de baja con problemas de salud mental y los que vienen medicados para sacar su vida adelante. También por los pacientes que esperan en los pasillos por un calmante que tarda en llegar porque no tienen cama”, expresa el enfermero Guillén del Barrio, rodeado de un centenar de manifestantes.
Varios trabajadores de la unidad de urgencias del hospital han enviado esta mañana un parte al Juzgado de Guardia para notificar que a las 11.00 había 61 enfermos pendientes de ingreso. “En la sala 1 hay 22 pacientes para 12 camas con tres enfermeros, dos auxiliares y tres adjuntos”, recoge un punto de su comunicado. “Este colapso pone en grave riesgo a nuestros pacientes. Si a pesar de nuestros esfuerzos llegase a ocurrir un evento adverso que les afecte, no seremos cómplices de este maltrato”, prosigue el escrito.
Del Barrio es miembro del sindicato Trabajadores en Red, la entidad que convoca este particular paro, cuya concentración ha durado 20 minutos. Él se ha recorrido a primera hora de la mañana todas las plantas del hospital para conocer cuál era la situación actual en cada unidad, dado que la gerencia del hospital no ha informado del porcentaje exacto de servicios mínimos establecidos, pese a que la Consejería de Sanidad estipuló la semana pasada que estos se corresponderían al personal que hay en fin de semana, festivos y con guardia programada, reforzando las unidades con pacientes que sufren patologías críticas como pueden ser Diálisis, Reanimación u Oncología.
“En ningún caso superarán el 35% del total de los efectivos existentes en cada gerencia”, expresaba el comunicado de la Consejería. Era algo que no preocupaba al personal del hospital porque pensaban que si las personas que secundaban la huelga iban a trabajar, la situación sería mejor de lo habitual al haber más trabajadores. Pero aunque todos han acudido a sus puestos, el ambiente que se respira en el centro es agridulce y varía en función de las unidades.
En la planta 12 del Hospital Universitario La Paz, donde se encuentra la unidad de Neumología, están agobiados. “Seguimos ahogados”, comenta la auxiliar de enfermería Almudena Solera, de 55 años. Asegura que su equipo no tiene los servicios mínimos cubiertos. “Esta mañana debería haber cuatro enfermeras y cuatro auxiliares, pero en vez de ser ocho, somos seis. Por la tarde existirá el mismo problema. Nos dicen que hay que cubrir vacaciones, parece que la bolsa está vacía”, lamenta resignada.
Se suma a su indignación su compañero Daniel Carrondo, de 30 años. “Esta noche y el resto de la semana seremos dos auxiliares en vez de tres. Vamos hasta el cuello”, expresa mientras el resto de las personas asistentes a la concentración levantan sus pancartas al grito de “que baje dirección a curar el pabellón, tenéis que contratar, con los días que nos deben no podemos conciliar”.
La auxiliar de enfermería Gloria Hernán asegura que hay más equipos afectados. “Los médicos anestesistas me han dicho que les han llamado esta mañana de secretaría porque no llegaban a los mínimos. No es normal, basta ya”, protesta. Sin embargo, en las urgencias la cobertura ha sido del 100%.
“Aún así, seguimos con problemas porque llevamos tres semanas con 18 camas cerradas, es la primera vez que esto pasa en los 10 años que yo llevo aquí trabajando”, expresa Del Barrio. A su juicio, no se ofertan buenos contratos para atraer al personal. “No encuentran trabajadores, ni siquiera para cubrir bajas, y pretenden pagarnos al resto horas extra para paliar esta situación”, comenta.
Mientras tanto, en la planta de Neurología del Hospital Universitario La Paz una celadora no pierde la sonrisa: “Nosotros hoy estamos a tope, somos más de lo habitual”. Del Barrio explica que es más fácil que estos profesionales acepten contratos temporales para cubrir bajas porque su sector es más precario. “De todas formas, a todos nos tratan mal y están alimentando una espiral destructiva”, denuncia el enfermero. Explica que los servicios mínimos de las huelgas suelen ser más altos que los que se estipularon en el paro de este martes: “Lo hicieron de esta forma porque sabían que vendríamos a trabajar, y aún así no hay la cobertura necesaria”, comenta.
El paciente Ander Sánchez, de 33 años, lleva aguardando a ser atendido más de una hora en Nefrología. Intenta mantener la calma porque sabe que el personal sanitario está desbordado. “Tengo esta cita todos los años y nunca se demoraron más de 15 minutos, pero esta vez van más lentos de lo normal, los veo muy agobiados. Tienen que ponerles refuerzos porque lo pagamos los pacientes”, expresa.
El hospital evita descifrar a este diario qué porcentaje de personal ha desplegado para ofrecer la cobertura mínima exigida y cómo lo ha distribuido e insiste en que en la votación para convocar esta huelga solo participaron 37 trabajadores, “de una plantilla de más de 7.300″, y sin asamblea previa. Recalca que únicamente 19 personas secundaron la huelga, es decir, que faltó a trabajar “un 0,26% de la plantilla total”.
Precisamente, ese era el objetivo, que se ausentasen los menos trabajadores posibles de sus puestos para conseguir refuerzos, según Del Barrio. “Ya hemos hablado con el abogado de nuestro sindicato y pondremos una denuncia ante la falta de cobertura de los servicios mínimos”, comunica. Él y sus compañeros critican que se hayan cerrado 397 camas en lo que va de agosto en su hospital y que los contratos de verano solo cubran al 21% del personal que se va de vacaciones.
Del Barrio comenta que hay 1.600 personas aguardando para ser operadas y más de 2.000 que esperan ser atendidas por un fisioterapeuta: “Mientras, al conjunto de la plantilla nos deben 22.927 días libres, según datos del Portal de Transparencia, actualizados este lunes. El hospital hace 10 años cerró 100 camas menos”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
