Cumbre ultra en Alcalá de Henares tras Torre Pacheco
Los grupos violentos de ultraderecha tienen un objetivo fijo para hoy: el Centro de Acogida donde viven 1.522 africanos


La ola de racismo que aterrizó esta semana en Torre-Pacheco prendió días antes en Alcalá de Henares, hasta que las miradas se volvieron a Murcia dejando en la ciudad madrileña un ambiente tenso sin resolver. A diferencia de allí, donde el presidente regional y el alcalde se unieron para rebajar el tono, en Alcalá de Henares, tanto el Gobierno de la Comunidad como la alcaldesa agitan la indignación. En lugar de la paliza a un anciano, el detonante en la ciudad madrileña fue la violación a una mujer de 21 años presuntamente cometida por un joven de Malí que vivía en el centro de migrantes a las afueras. El clima de crispación contra los inmigrantes no derivó en cacerías racistas como las vividas en Murcia, pero sí en dos jornadas de disturbios que se saldaron con un policía herido y cinco detenidos.
A solo 25 kilómetros de Madrid, dos semanas después de aquello y con la situación controlada en el municipio murciano, los grupos de ultraderecha tratan de replicar esa violencia en la ciudad complutense. “España cristiana, y no musulmana”, es su grito de guerra. La convocatoria anónima de una manifestación ilegal este sábado, frente al Centro de Acogida Emergencia y Derivación (CAED) de la localidad, tiene especialmente preocupada a la Policía Nacional. “En Madrid estos grupos están más organizados y, al estar en el centro peninsular y mejor conectado que Murcia, puede ir gente de todos los rincones de España”, explica una fuente de la delegación de Gobierno.
El 4 de julio, durante la segunda jornada de disturbios, varios agitadores tiraron piedras hacia el interior del recinto donde viven de manera temporal 1.522 varones procedentes en su mayoría de países de África Occidental. La escena se ha repetido durante los días de supuesta calma. El lunes de esta semana, un grupo de residentes del centro fue agredido con piedras a las puertas del local donde van a dar clases de español. Al día siguiente, le ocurrió lo mismo a otro joven al que le hicieron una brecha en la cabeza, según cuentan desde Alcalá Acoge, una plataforma de voluntarios que acompaña a los migrantes en el municipio. Los afectados no han querido denunciarlo.

El delegado del Gobierno, Francisco Martín, acusa a la alcaldesa popular del municipio, Judith Piquet, y al PP de Madrid de estar “echando gasolina” a la situación en lugar de tratar de calmar las aguas. Tanto Piquet como el secretario de organización del partido en la Comunidad, Alfonso Serrano, han manifestado su apoyo a las concentraciones delante del centro. “No son menores”, dijo el martes Serrano para justificar la ubicación elegida.
Antes de que se abriera el centro en noviembre de 2023, la alcaldesa convocó una Junta de Seguridad de Emergencia para analizar qué plan de seguridad debía abordar por la llegada de los migrantes. “Estamos en alerta terrorista y nos preocupa la llegada de los inmigrantes a Alcalá de Henares”, advirtió en una entrevista para Abc en ese momento. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue hasta el municipio una semana después de su apertura y vinculó sin pruebas el centro con agresiones sexuales y un brote de sarna. “En el centro de acogida [...] se están investigando agresiones sexuales”, aseguró Ayuso. Piquet tiene un juicio abierto en la Audiencia Provincial por filtrar presuntamente un informe policial descontextualizado que no correspondía a ningún residente del CAED para apuntalar la teoría de la presidenta regional.
Los datos, sin embargo, señalan que casi dos años después de la apertura del centro por el que han pasado ya 10.083 migrantes, la inseguridad no ha aumentado en el municipio, que tiene algo más de 200.000 habitantes. Los niveles de delincuencia de Alcalá de Henares están nueve puntos por debajo de la media de la Comunidad de Madrid. “Este equipo de Gobierno siempre estará del lado de los vecinos”, afirmó la alcaldesa en el último pleno municipal, en el que pidió el cierre inmediato del CAED con el voto a favor de Vox.

Pero, ¿son realmente los vecinos los que quieren que ese centro no esté allí? El cartel que convoca la manifestación de este sábado no aparece el logo de ninguna asociación, colectivo, ni partido político. Va firmado con un “vecinos de Alcalá de Henares”. Lo mismo ocurría con los carteles de las manifestaciones de hace dos semanas, una convocatoria anónima que da a entender que surge de un movimiento popular espontáneo: la voluntad de todos los alcalaínos. Algo muy similar a lo que sucedió cuando los grupos de ultraderecha causaron altercados en Valencia tras la dana. “Solo el pueblo salva al pueblo”, decían entonces.
En Alcalá de Henares, solo una de las dos concentraciones fue comunicada a delegación de Gobierno y lo hizo a título personal un hombre que vive en otra localidad de fuera de Madrid. Cuando la delegación de Gobierno la desplazó lejos del CAED, la desconvocó oficialmente, aunque al final se hizo frente al centro. Las otras dos manifestaciones, dentro de la cual está la de este sábado, solo se han movido a través de redes sociales.
La Policía Nacional tiene identificados a tres grupos ultras que se desplazan de un lado a otro, buscando el lugar donde se dan las condiciones perfectas para calentar la calle: Núcleo Nacional, Democracia Nacional y Revuelta. También creen que asistirán las Brigadas Alcalaínas, el grupo de hooligans de la Real Sociedad Deportiva de Alcalá.
Núcleo Nacional

Los más numerosos y violentos son Núcleo Nacional, una asociación de ideología nacionalsocialista y estética paramilitar que surgió a raíz de las protestas frente a la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, en noviembre de 2023. Su primera seña de identidad era portar banderas de España con un agujero donde iría el escudo constitucional. Desde entonces se han ido profesionalizando hasta ser un grupo bien organizado, con financiación suficiente para inaugurar la semana pasada su sede oficial en el barrio madrileño de Las Tablas.
El perfil del grupo en redes sociales está plagado de videos de propaganda en los que se les ve de ruta por la montaña, entrenando artes marciales mixtas, o dando conferencias con pasamontañas. Tras ellos, un fondo negro con el símbolo del grupo detrás, que recuerda los que grababa ETA. En este momento tienen abierta una investigación de la Guardia Civil por el llamamiento que hicieron en abril dirigido a todos las demás agrupaciones ultras con el objetivo de unir fuerzas para “limpiar las calles de inmigrantes”. Ese vídeo, que no fue respondido públicamente por ninguno de los otros, pronosticaba las cacerías racistas que esta semana se han dado en Torre-Pacheco. Su líder se llama Iván Rico, pero su cara no es conocida porque la oculta tras un pasamontañas.
Otra de las cabezas del movimiento ultra es Isabel Peralta, que fue líder de un grupo neonazi que se formó durante la pandemia en 2020 llamado Bastión Frontal y que poco a poco ha ido perdiendo fuerza hasta desaparecer. La mujer de 24 años fue condenada a un año de cárcel por liderar una manifestación racista frente la embajada de Marruecos en mayo de 2021. Cuando va a una concentración convocada por Núcleo Nacional, por Falange Española o por cualquier otro grupo similar, los allí presentes le abren hueco para atravesar la masa y le ofrecen agarrar el megáfono.

Frente Obrero
Por otro lado está Frente Obrero, un partido político que surgió en 2019 como una alternativa de izquierdas a la antigua. Su discurso era defender la lucha obrera, pero rechazando la inmigración, la “degeneración de la ideología de género”, el feminismo y todo lo que consideran como “woke”. Poco a poco, su discurso fue virando y a día de hoy su programa electoral defiende que no son “ni de izquierdas ni de derecha”. “Somos de extrema necesidad”, definió su líder, Roberto Vaquero, en Horizonte, el programa de Iker Jiménez.
Frente Obrero es enemigo de Núcleo Nacional dentro de las dinámicas de nicho que siguen este tipo de grupos y siempre van por su cuenta a los puntos calientes, eligiendo fechas diferentes para no cruzarse. Su concentración en Alcalá de Henares será un día después, el domingo. Han estado en Torre-Pacheco esta semana, pero nunca junto al resto de grupos similares. Vaquero era uno de los destinatarios principales del llamado a la limpieza racial que hizo en abril Núcleo Nacional, pero nunca contestó públicamente. Hoy su grupo es de los más activos en redes sociales y uno de los que tiene más ganas de calentar la calle.
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