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El sindicato Mats denuncia que Madrid sustituye auxiliares de enfermería por personal no sanitario en las residencias

El Ejecutivo regional admite que “en verano se autoriza la contratación de técnicos auxiliares” pero sostiene que “en ningún caso desempeñan labores sanitarias”

Cartel colocado estos días en la residencia para mayores de Alcorcón en el que se recuerda que los técnicos auxiliares no pueden administrar medicación.
V. Torres

El sindicato Movimiento Asambleario de Trabajadores/as de Sanidad (MATS) denuncia que las ya de por sí precarias residencias públicas de mayores en la Comunidad de Madrid están viviendo “una situación crítica” este verano. A los cientos de plazas de personal sanitario y asistencial sin cubrir por los distintos procesos de estabilización se suman las vacantes por vacaciones, por lo que en “muchos centros” se está recurriendo a una “práctica alarmante y cada vez más extendida”: la contratación de técnicos auxiliares sin titulación sanitaria y en muchos casos solo con estudios básicos para hacer funciones que requieren de formación especializada, la de los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAES).

“La dejadez del Gobierno autonómico no solo compromete la calidad de los cuidados, sino que pone en riesgo la salud y la dignidad de las personas mayores”, sostiene MATS en un comunicado. El sindicato no dispone de cifras de contratación totales, ya que el Gobierno regional no se las facilita, algo que tampoco hace a preguntas de este diario, pero asegura que es algo que ocurre “de forma generalizada en las 25 residencias” de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS).

“No es nuevo, empezaron a hacerlo el verano pasado, pero este año se ha intensificado”, señalan Elvira García y Nandi Gutiérrez, ambas TCAES y delegadas sindicales de MATS en la Gran Residencia de Carabanchel, de 470 plazas, donde el año pasado “hubo 10 contrataciones de técnicos auxiliares y este año, bastantes más”. Solo en este geriátrico, en el que trabajan 212 TCAES y 34 Diplomados Universitarios de Enfermería (DUES) en tres turnos, calculan que hay unas 100 vacantes sanitarias por cubrir.

Así, se encuentran con situaciones dramáticas en las que, de noche, hay un solo TCAE por módulo y un DUE para tres ―el módulo más grande es de 76 personas y el resto, de unas 50―. La falta de personal cualificado hace que el tiempo que pueden dedicar a cada usuario para levantarlo, asearlo, vestirlo y darle el desayuno se reduzca de 20 o 25 minutos a tan solo 10. “El trabajo al final sale, la cuestión es cómo”, plantean las profesionales, que temen que, por las prisas y la carga de trabajo, se les pasen por alto situaciones que requerirían de la intervención de un médico.

Un portavoz de la Consejería de Asuntos Sociales del Gobierno de Madrid asegura, en declaraciones a este diario, que “todos los profesionales que trabajan en las residencias públicas están cualificados y preparados para trabajar en sus puestos” y aclara que “la normativa nacional no exige que en las residencias trabajen TCAES“.

”¿Y qué quieren decir con esto? Salvo el aseo y levantarlos de las camas, la mayoría de las tareas que se realizan con mayores, como las curas y la medicación, sí que requieren de esta cualificación y si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo hace?“, se pregunta Gutiérrez, que explica que dar la medicación, por ejemplo, no es tan simple como “repartir pastillitas” porque los usuarios de las residencias son en su mayoría grandes dependientes que no colaboran por su deterioro cognitivo o que no pueden tragar bien por su deterioro físico. “Hay que machacar las pastillas y camuflarlas entre los alimentos, por lo que administrar la medicación equivale a darles de comer”, aclara.

Por su parte, García asegura que el convenio de Madrid sí que exige que sean TCAES, unos profesionales que, a la sazón, cobran más que los técnicos auxiliares. “Pero se lo saltan y nos preguntan que qué preferimos, un auxiliar o que no haya nadie”, lamenta.

El portavoz regional señala, en lo que califica de ”mejora del servicio", que la AMAS “tiene en plantilla a 2.400 TCAES” de un total de 9.500 trabajadores, entre los que se encuentran también el personal administrativo, de cocina, de mantenimiento y jardineros.

En todo caso, el Ejecutivo regional admite que “en verano, ante las suplencias de los TCAES y la escasez de esta categoría, siempre se autoriza la contratación de un refuerzo con técnicos auxiliares, una categoría distinta y autorizada para trabajar en las residencias públicas y prevista en el convenio colectivo”. Según el portavoz, este personal “en ningún caso desempeña labores sanitarias”, como se les recuerda en carteles colgados en las propias residencias.

“Al final, yo tengo que hacer mi trabajo, el de mi compañero que está de vacaciones y el de una persona que no puede hacerlo. Es una situación penosa por la que estamos pasando porque ya no es solo nuestra sobrecarga de trabajo, sino que cuanta menor es la cualificación, peor es la asistencia”, resume García, que asegura que TCAES “hay, pero no quieren trabajar en estas condiciones tan deplorables”. Según las representantes sindicales, se están dando casos de “renuncias a plazas fijas” cuando el opositor llega y se encuentra con este panorama. “Si no quieren el puesto fijo, cómo van a quererlo para tres meses y con la mitad de la plantilla de vacaciones”, explica.

MATS denunció esta práctica el verano pasado ante Inspección de Trabajo, pero “se lavaron las manos” ya que se los puede contratar “con las limitaciones de la parte sanitaria”. Aunque su presencia sea legal, “es inviable, no se sostiene, da lugar a errores en la atención, a demoras inaceptables en los cuidados básicos y a una sobrecarga física y emocional para quienes sí están formados”, concluyen las delegadas sindicales, para las que esta reducción de las plantillas al tuétano es fruto de “una decisión política consciente de no invertir en cuidados dignos”.

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Sobre la firma

V. Torres
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.
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