El jurado declara culpable al acusado de violar y asesinar a Elisa Abruñedo en 2013

El jurado popular ha declarado culpable este jueves a Roger Serafín Rodríguez Vázquez del asesinato y violación de Elisa Abruñedo, un crimen cometido en Cabanas (A Coruña) en 2013 que ha tardado 12 años en ser resuelto. A falta de la sentencia en la que el juez imponga la pena, el veredicto, alcanzado por unanimidad y tras cinco días de juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña, brinda justicia a la familia de la víctima, que pasó diez años luchando para que no se cerrase el caso. Rodríguez se enfrenta a peticiones de condena de 32 años por parte de la Fiscalía y de 37 años por la acusación particular.

El jurado considera probado que Rodríguez acuchilló a Abruñedo tras agredirla sexualmente y cuando estaba “vencida”. El ataque fue “sorpresivo”, dictamina el tribunal popular, y la víctima no tuvo capacidad de defensa. El abogado de Rodríguez ha señalado que estudiará la posibilidad de presentar recurso, informa Europa Press.

La investigación de este crimen cometido en 2013 estuvo estancada en la búsqueda del dueño de la información genética que se halló en el cuerpo de Abruñedo hasta que los agentes lograron desbloquearla en octubre de 2023. Roger Rodríguez fue detenido gracias a la identificación genética realizada por la Guardia Civil. Los investigadores lo localizaron rastreando las líneas familiares a partir del ADN obtenido de su semen. Su pelo pelirrojo fue un rasgo genético crucial para dar con él y su identidad se confirmó gracias a la muestra de células epiteliales que los investigadores consiguieron en la manilla de su coche. Hasta ese momento, la existencia de Rodríguez había transcurrido como si nada, a lo largo de toda una década.

El asesino de Abruñedo no huyó y siguió haciendo la misma vida social, convencido de que gozaría de impunidad. El médico forense que lo entrevistó en la cárcel aseguró en el juicio que Rodríguez es “una persona normal”, sin “ninguna alteración de la personalidad, ni patologías”, que ha superado sin problema diversas pruebas psicotécnicas “de conducción, navegación, caza”. “Vio la oportunidad de dejar salir el mal, por el simple placer de hacerlo”, resumió.

Rodríguez confesó el crimen y también la agresión sexual que lo precedió, pero su abogado se afanó durante el juicio en intentar convencer al jurado de que no había habido ni premeditación, ni ensañamiento, ni abuso de superioridad, ni agravante de género. Él, por su parte, rompió su silencio en la sesión final del pasado viernes y afirmó: “No soy capaz de entender ese comportamiento de un momento puntual”.

El “momento puntual” al que se refirió el asesino ante el tribunal popular se produjo el 1 de septiembre de 2013. Rodríguez, trabajador del naval y cazador, de 39 años por aquel entonces, conducía por una carretera del ayuntamiento coruñés de Cabanas y vio a Abruñedo paseando de vuelta a su casa. No la conocía. Paró su vehículo y la atacó por la espalda. La arrastró a una zona apartada y, entre las zarzas, la desnudó, la violó y la apuñaló en el cuello, el pulmón y el corazón con su cuchillo de caza, para luego abandonarla agonizando.