Ir al contenido
_
_
_
_

Segunda moción de censura fallida en San Fulgencio, la localidad de Alicante donde el PP y el PSOE dependen de 60 nacionalidades

La mesa de edad del municipio alicantino, ocupada por dos concejales del PP, suspende el pleno y alega que no se pueden firmar dos mociones en un mismo mandato. Los socialistas denunciarán a sus integrantes

Mocion de censura San Fulgencio
El País

La segunda moción de censura presentada en menos de dos meses por el PSPV-PSOE en San Fulgencio (Alicante) contra el alcalde del PP, José María Ballester, tampoco ha salido adelante después de que el presidente de la mesa de edad, el popular Paulino Herrero, haya suspendido el pleno al entender que no se pueden firmar dos mociones en una misma legislatura. La mesa de edad es el órgano que se constituye en un pleno cuando se debate una moción de censura u otras iniciativas y, en este caso, estaba constituida por el regidor de mayor edad, Paulino Herrero, y la de menor edad, Laura Bernabé, también del PP.

En las pasadas elecciones municipales, el PSPV-PSOE fue el partido más votado con seis de los 13 concejales en juego, por 5 del PP y dos de los independientes del Partido Internacional por las Nacionalidades (PIPN), uno de los cuales -Alain Vandenbergen- ha pasado del equipo de gobierno a apoyar a los socialistas, que han estado en la oposición en la primera mitad del mandato. La sesión ha arrancado a las 12 horas, como estaba prevista, y nada más comenzar, el candidato socialista a la alcaldía, José Sampere, ha pedido la palabra por una cuestión de orden, sin que se le haya concedido.

Inmediatamente, el presidente de la mesa de edad, Paulino Herrero, ha explicado que con base en el apartado 2 del artículo 197 de la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) “ningún concejal puede firmar durante su mandato más de una moción de censura”. Este mismo concejal ya suspendió el pleno el pasado 18 de junio, en el que se debía debatir la moción de censura, tras cinco minutos de debate.

Entonces basó su decisión en un informe jurídico presentado por el actual alcalde, su compañero de partido, minutos antes de comenzar el pleno, que cuestionaba la validez del voto del concejal independiente Alain Vandenbergen, que con anterioridad formaba parte del equipo de Gobierno del PP hasta que decidió apoyar la candidatura socialista para intentar lograr más recursos para las urbanizaciones. El PSPV-PSOE incide en que el secretario del Ayuntamiento de San Fulgencio considera legal la presentación de la moción de censura.

El 65% de los casi 10.000 vecinos censados en San Fulgencio no son de nacionalidad española y la mayoría de las casas registradas forman parte de las grandes urbanizaciones construidas cerca del mar, entre las playas de Guardamar del Segura y Santa Pola. Los británicos constituyen la nacionalidad extranjera mayoritaria, entre cerca de las 60 registradas.

El número de españoles apenas supera a los 3.000 habitantes, según datos oficiales de 2022. Y en realidad, el municipio está partido en dos, con una connotación entre geográfica y sociológica muy particular: los españoles viven abajo (en el antiguo casco urbano) y los extranjeros arriba, a más altitud, en el lugar denominado La Marina, donde se agrupa una macrourbanización de casas individuales. Y en La Marina sucede que se habla inglés y que todos los comercios están destinados para un cliente extranjero y gestionados por extranjeros, como si fuera un pueblo británico en medio de la Vega Baja alicantina.

Tras levantarse este viernes la sesión, pese a las protestas de los asistentes al pleno extraordinario, el candidato socialista, José Sampere, ha anunciado denuncias por la vía penal contra los componentes de la mesa de edad por esta acción, en declaraciones a los medios de comunicación, según recoge Efe.

El secretario de Organización del PSPV-PSOE, Vicent Mascarell, ha exigido, por su parte, al presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que expulse a los ediles del Partido Popular que han impedido que se vote la moción de censura en San Fulgencio.

Los socialistas valencianos instarán de nuevo a la secretaría municipal que convoque por tercera vez el pleno para que este se pueda pronunciar sobre la moción de censura “respetar lo que la mayoría de los ciudadanos de San Fulgencio quiere”, según ha anunciado Mascarell. “De nuevo el municipio de San Fulgencio ha sido testigo de un ataque contra la democracia inédito al impedir que se vote una moción de censura”, ha denunciado.

Aunque siempre hay una aparente tranquilidad en San Fulgencio, cuando se trata de la política municipal llega la tormenta. De una legislatura a otra nacen nuevas y sospechosas siglas que buscan votos en el caladero extranjero para luego inclinar la balanza a favor del PP o del PSOE. Ya hubo un episodio en 2008 en el que un inglés, Mark Lewis, concejal de Animales por entonces en una coalición con el PSOE, terminó siendo alcalde accidental sin saber una palabra de español porque la policía detuvo a casi toda la corporación.

En 2014, el PP gobernaba gracias al voto del escocés Jefrey Wiszniewski, único concejal y líder del PIPN, a quien se le acusaba de estar disfrutando de varios asesores con cargo al presupuesto municipal. Hubo episodios de espionaje con detectives y un personaje que llegó a ser teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Comercio, Turismo, Industria, Protocolo y Gabinete. Todo a la vez. Este hombre también fue detenido por aceptar un presunto soborno, que luego resultó ser falso. “Aquí se ha guarreado mucho”, dijo entonces Trinidad Martínez, exalcaldesa por el PSOE.

Once años después, la guerra por la alcaldía continúa. Y están dispuestos a usar todas las armas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_