De Gaza a la dana: arte contra el olvido en La Nit de l’Art de Castelló
120 propuestas de creación contemporánea conforman la 17ª edición de la cita que reformula la interacción del arte en la calle, en museos y en galerías

Con escobas sacudiendo el barro del asfalto, EPI’s y el lema ‘El poble salva al poble’ sobre sus camisetas, doce bailarinas se mueven en un vaivén de emociones: desconcierto, miedo y desolación, pero también esperanza y unidad. Suena Raimon: “al meu país la plutja no sap ploure’. Cada paso es un grito colectivo que resuena en el aire, recordando la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis. Las doce, alumnas del Conservatorio Profesional de Danza de Castellón, protagonizan Tempesta de passos al crit del poble, una de las más de 120 propuestas de arte contemporáneo que desde este viernes y hasta la medianoche del sábado abre al público La Nit de l’Art de Castelló, a punto de cumplir su mayoría de edad.
Desde la plaza de la Paz como arranque de un itinerario que recorre otros cuatro emplazamientos urbanos, la pieza refleja la debacle y el caos por la tormenta, pero también, matizan desde el Conservatorio de Danza, la “esencia de la lucha y la resiliencia de una comunidad frente a la devastación provocada por la dana”. Para que no se olvide. “Esto es La Nit de l’Art: arte que conecta con las inquietudes sociales y humanas, y transita cada vez más de lo pasivo a lo activo, ocupando el espacio urbano y buscando un feedback constante con el público”, explica su directora, Yvonne Bacas.
Fue en 2006 cuando, en un circuito “tímido” de ocho galerías locales, empezó a bullir La Nit de l’Art de Castelló. Bacas quiso exportar hasta esta ciudad “pequeña, amable y con caldo de cultivo artístico” el evento homónimo “y cautivador” de Palma de Mallorca. La cita cumple 17 años y se ha convertido en referente de la creación contemporánea, única de sus características en la Comunitat Valenciana: 120 acciones de 15 disciplinas -música, teatro, poesía, performances, talleres, exposiciones, instalaciones, danza, circo- invaden, de la mano de 500 artistas -amateurs y profesionales- 80 escenarios urbanos, arrojando una propuesta distinta cada 15 minutos. Calles, plazas y parques, museos, galerías, teatros, espacios culturales, estudios de artista (17 abren su interior creativo este año) y hasta el cementerio municipal, con la ruta Art funerari, perfilan este amplio lienzo en blanco en el que se convierte por unas horas la capital.

Mientras la Tempesta de passos al crit del poble recorre las calles, la sede del Colegio de Arquitectos desvela la instalación Mueble de urgencia, diseñada por las arquitectas Xisca Buñola y Zeleste Ortigosa, que propone una solución solidaria de habitabilidad para situaciones de emergencia como la ocurrida en la dana de Valencia. En el mismo escenario, Danya Loyola imparte el taller participativo Superheroínas del ecofeminismo para crear cómics, cuentos ilustrados y miniesculturas sobre estas heroínas.
A unos metros, en el Espai Cultural Obert Les Aules, la exposición de retratos del Estudio Sánchez rescata el legado del estudio fotográfico castellonense e invita a reflexionar sobre el papel de la imagen en la construcción de la sociedad predigital. Al unísono, en el Museo Etnológico, la instalación audiovisual Cendra, de Laura Medina y Vanessa La Parra, rinde homenaje a la tierra perdida para curar el golpe emocional tras las llamas, y mostrar, a través de la intervención artística, el duelo, la muerte “y cómo gestionamos nuestros propios incendios”, explican.
“La Nit de l’Art 2025 habla, reflexiona, ríe y llora, emociona, ahonda y, ante todo, vibra”, apostilla Yvonne Bacas. Junto a la huella emocional de la dana o los incendios, la cita aborda a través de sus propuestas en cartel los sentimientos y las raíces; el feminismo; la salud mental; las tradiciones; la preocupación por la crisis climática; la moda con conciencia; la arquitectura efímera; los homenajes a la fantasía y a la vida; la mitología; o el valor del tiempo.
También la urgencia de paz ante las guerras, con Gaza presente, como plasmará este sábado (20.00 horas), y de nuevo en la plaza de la Paz, La Nit de Gaza de Dómix Garrido, una de las once performances en cartel con la que el artista, a través del lenguaje poético y la visualización del mapa de la Franja, trata de evitar el olvido y exponer la angustia que supone la guerra para sus habitantes.
En esa maratón de arte abierto que promueve la Nit de l’Art de Castelló emerge, en el Menador, Jardín B. Effect (Butterfly Effect) de Lucía Roda, una instalación inmersiva e interactiva que nace del reciclaje, las emociones “y el corazón” y plantea una nueva forma de ver la moda a través de la vida que puede recobrar la ropa descartada, convertida en una pieza única. La idea surgió tras la estancia de la artista en Noruega, “donde descubrí una forma de vivir y crear mucho más consciente con el entorno”. El nombre hace referencia al Butterfly Effect, la idea de que un pequeño gesto, como el aleteo de una mariposa, puede generar grandes cambios. B-Effect es un espacio para romper las reglas del museo tradicional: “Aquí se puede tocar, abrazar, jugar”, añade.
De inclusión y diversidad habla Caminante, otra experiencia artística en salud mental, de Rosana Asensio y Laura Cerezo. El escenario, el vestíbulo del Hospital Provincial, en esa apuesta de La Nit de l’Art por huir de los circuitos convencionales del arte. Esta exposición, creada a partir de la horma de un zapato como elemento integrador, la impulsan los pacientes de Terapia Ocupacional del Centro Asistencial de la localidad de Vall d’Alba. En la misma línea, la instalación Narrativas de la materia (plaza de la Hierba y calle Mealla), del alumnado del centro de educación especial Penyeta Roja, bajo la dirección artística de Míriam Olivares y Berta Garrido, utiliza la cerámica como medio para imaginar y construir un universo alternativo.

La igualdad de género centra Interferencias EL/LA (Sala Zona 3); sobre el Art Brut transitan las dos propuestas de Iñaki Horta Ciriza en el Primer Molí; y hacia la arquitectura efímera para recrear ciudades con cerámica y materiales sostenibles vira la instalación Modelando la primera ciudad de la Escola d’Art i Superior de Disseny (EASD) de Castelló.
La primera tarde de La Nit de l’Art 2025 avanza. Unos excéntricos y desnortados pilotos guiados por un gran mapa circulan por la céntrica calle Caballeros dando pulso al espectáculo circense Pilots de La Finestra Nou Circ. Minutos después, Paranoide Nit, del Colectivo Ingenio, plasma sobre el asfalto el universo de Dalí en un itinerario cargado de attrezzo surrealista, elefantes aracnoides, relojes de arena y jirafas. En el Teatre del Raval, Elle Sax ultima su salida a escena.
El arte arraiga también en los barrios periféricos, en ese gesto de expansión y democratización que persigue la cita. Rodolant flashdance construye en la calle Vázquez Mella una velada acrobática y nostalgia ochentera; en el parque del Oeste estudiantes de Música del IES Politècnic preparan su estreno en la cita con Nit de l’Art a l’Oest y en el Edificio Moruno del Grau, el distrito marítimo, fluye Fuxir de Vagamule Danza. En el otro extremo urbano, en el claustro de la EASD, irrumpe, ya entrada la noche, la performance Book Jockey, una sesión en formato de dj que fusiona lectura, música y creación editorial en directo.
La primera jornada de La Nit de l’Art baja el telón tras siete horas de acción artística ininterrumpida. Este sábado ‘instalará’ un nuevo lienzo en blanco por explorar. Libre y ajeno a clichés. “Porque hay mil y una formas de vivir La Nit de l’Art, tantas como emociones, y personas”, concluye su directora.
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