El Gobierno de Mazón ignoró el día de la dana la alerta de su ‘número dos’ de Emergencias
Emilio Argüeso escribió a las 14.44 del 29 de octubre en un chat de altos cargos “los barrancos están a punto de colapsar” y la vicepresidenta del Consell le contestó “jope, si necesitas algo, nos dices”


Emilio Argüeso, secretario autonómico de Emergencias del Gobierno de Carlos Mazón durante la dana e imputado en la causa que investiga penalmente esta tragedia que dejó 228 muertos y un reguero de destrucción, avisó a la Generalitat de la gravedad de la catástrofe a primera hora de la tarde del 29 de octubre. “Los barrancos están a punto de colapsar”, escribió a las 14.44 de la aciaga jornada en un chat interno del Ejecutivo autónomo con 34 altos cargos y asesores, según un informe pericial de su teléfono al que ha tenido acceso EL PAÍS.
El análisis ha sido aportado por Argüeso a la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja (Valencia), Nuria Ruiz Tobarra, que investiga penalmente la riada, y recoge el trasiego de mensajes y audios del día D, el anterior y el posterior a la desgracia. Pese a la advertencia del entonces jefe de Emergencias, la Generalitat no envió la alerta masiva a móviles para informar a la población del peligro de riada hasta cinco horas y media después, a las 20.11, cuando ya se acumulaban decenas de muertos, desaparecidos y ciudadanos atrapados en plantas bajas y garajes. El mensaje pudo salvar vidas de haberse remitido antes, según la jueza.
Tras reportar del riesgo de desbordamiento de barrancos, Argüeso recibe la respuesta de la número dos de Mazón, la vicepresidenta Susana Camarero. “Jope. Si necesitas algo nos dices (sic)”. Antes, el entonces dirigente de Emergencias ha informado en el grupo de WhatsApp de su departamento de la deriva que adquiere la gota fría. “Estoy en Carlet (Valencia, 16.141 habitantes), la cosa se está poniendo muy fea”, “está lloviendo con mucha intensidad y aparato eléctrico”, advierte.
Además de abordar la colosal inundación, en los grupos de la popular aplicación de mensajería de la cúpula de la Generalitat también hubo un hueco para el humor desde primera hora de la mañana del día de la dana. “Me he olvidado los remos, pero llevo flotadores de manguitos!!! (sic)”, ironiza un alto cargo a las 7.59. En los chats, también se tratan cuestiones políticas. Un miembro comparte a las 17.37 un teletipo de una huelga convocada por CC OO para reclamar mejoras en los servicios sociales de infancia y adolescencia. Cuando este mensaje llega a los teléfonos de los mandatarios del Consell, el barranco del Poyo, detonante de la catástrofe, ya se ha desbordado en poblaciones como Chiva o Cheste y el 112, el centro telefónico de emergencias de la Generalitat, comienza a colapsarse. Decenas de llamadas de desesperación que alertan de desapariciones y personas atrapadas bombardean su centralita.
El primer mensaje de WhatsApp entre el número dos de Emergencias y el hombre fuerte y jefe de gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, se registra a las 1.07 del día siguiente a la riada. “En el Tanatorio de Alfafar, 25 personas atrapadas, una mujer embarazada (por si te viene bien la información) (sic)”, sugiere este último, cuando el número de víctimas ya se ha disparado. El barón popular no aparece en los chats internos del Consell sobre la inundación aportados al juzgado.
Veinte minutos antes de que la Generalitat envíe el mensaje masivo a móviles, el teléfono de Argüeso echa humo. Un contacto le manda un angustioso mensaje de voz. “Emilio, por favor, Emilio por favor, por favor…bomberos. Llámame, por favor. Necesitamos un helicóptero para los compañeros. Que se ahogan. Emilio, que se ahogan, por favor”, clama el audio. Otra misiva, relata: “Vale Emilio, no te puedo decir más. Están intentando mirar una vía de escape y no pueden. Están completamente en lo más hondo. En cualquier momento, en cualquier momento les va a llegar el agua y se van a ahogar. Además, dicen que hay muchísima corriente. Hay varios niños, varios ancianos, y mis dos compañeros. Se han quedado atrapados allí (sic)”.
La impotencia vuelve al móvil del entonces número dos de Emergencias en forma de otra grabación. El audio se registra tres minutos antes del envío de la alerta a los teléfonos. “Y ahora mismo no tienen vía de escapatoria. Los compañeros han estado intentando mirar a través de los campos y todo y no tienen escapatoria. Si sube el agua no pueden hacer nada. (sic).”, resume la llamada. Y, a las 20.33, 21 minutos después de la alerta, Argüeso admite que el 112 no da abasto. “De hecho me he tenido que venir a la sala porque el 112 no admite llamadas porque están saturados”, escribe.
Tras la activación del aviso rojo, que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lanzó a las 7.36 horas de la mañana del día de la gota fría, comienza la actividad en el chat que dirige la vicepresidenta de la Generalitat, Susana Camarero. “Si alguien vive o tiene familia en esa zona voy a decretar nivel 1, empiezan los incidentes graves. Mucho cuidado hoy, accidentes en cadena en carreteras (sic)”, escribe a primera hora de la mañana en este grupo el entonces jefe de Emergencias. Alude a la situación en la comarca valenciana de la Ribera Alta.
Camarero avisa a las 17.22 a su equipo del desbordamiento del río Magro, cuyo caudal alcanzó los 1.000 metros cúbicos por segundo a su paso por Requena y Utiel. “Se está complicando zona Utiel Requena. Si tenemos algo allí me decís. Estar pendientes xfa (sic)”. Y, las 21.35, cuando se acumulan los fallecidos, la vicepresidenta de Mazón escribe en el grupo de su departamento, que aglutina a una treintena de asesores y altos cargos: “hay mucho peligro con el embalse. Quien viva x ahí q se suba a lo más alto. Q la gente no salga de casa y se proteja (sic)”. Tres horas antes de enviar la alerta a móviles, Camarero avisa a su equipo del riesgo: “Q no salga nadie x favor. Os contamos en un rato porque puede haber evacuaciones (sic)”. Al día siguiente de la riada, un contacto de este grupo felicita a los altos cargos. “Equipo, hoy habéis hecho un gran trabajo!!! (sic)”, apunta.
El frenético trasiego de notificaciones continúa en otro chat. Tres minutos antes de que la Generalitat mande la alerta masiva a móviles, Argüeso escribe otro mensaje para advertir del colapso del dispositivo de emergencias. “Están avisados los Bomberos. El Problema es que está todo cortado. En todas partes, y no hay manera de sacar ni a los helicópteros (sic)”, reconoce.
En paralelo, otro grupo de WhastApp refleja las comunicaciones entre Argüeso y su jefa, la exconsejera de Justicia e Interior Salomé Pradas, que también está imputada. “¿Has hablado con Catalá?”, pregunta esta última en alusión a un apellido que coincide con el de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, del PP. Argüeso le responde que sí. “No cierra colegios”, añade. “Okk perfecto (sic)”, valora la entonces consejera.
El día siguiente a la dana, a las 16.51, Pradas le indica a su segundo: “Sé que vas a tope, pero me acaba de llamar Pepe Forés [alcalde del municipio valenciano de Llombay], está con alcaldes de la zona. Tienen que subir 15 km para poder hablar por teléfono. Sin electricidad, agua etc . Me dice que hay mucho caos porque no tienen información. No saben si se esperan más lluvias o si hay previsión de restablecer electricidad etc (sic)”.
Pese a que el cruce de mensajes revela que la cúpula del Gobierno valenciano conocía la gravedad de la dana desde mediodía, la Generalitat no envió la alerta a móviles hasta las 20.11, cuando ya había decenas de personas desaparecidas, fallecidas y atrapadas en garajes y plantas bajas de poblaciones valencianas como Catarroja, Paiporta o Benetússer. La entonces consellera de Justicia reconoció que desconocía la existencia del sistema de mensajes a teléfonos Es Alert hasta que un técnico le informó sobre las 20.00 del 29 de octubre. Es-alert funcionaba desde 2023, tal y como el propio Ejecutivo de Mazón había informado en un comunicado.
La magistrada imputó el pasado 10 de marzo de Argüeso y Pradas por los presuntos delitos de lesiones y homicidios imprudentes, que están penados con entre cuatro y tres años de cárcel, respectivamente. Ambos, que fueron destituidos por Mazón cuatro semanas después de la gota fría, declararán como investigados este viernes en la Ciudad de la Justicia de Valencia.
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