El colapso para acceder a la pastilla preventiva del VIH en Cataluña pone en jaque la lucha contra el virus del sida
El Departamento de Salud estima que hay unas 4.000 personas en lista de espera para recibir la PreP. Las entidades aseguran que hay gente que se ha infectado mientras aguardaba en la cola


Hay una estrategia de prevención del VIH, el virus del sida, que ha resultado casi infalible: es la profilaxis preexposición (PrEP), un antirretroviral dispensado en la sanidad pública desde finales de 2019 para prevenir el VIH en colectivos con relaciones sexuales de alto riesgo, como los hombres que tienen sexo con otros hombres sin preservativo. La ciencia ha constatado que evita la transmisión casi al 100% y Cataluña siempre ha estado en la avanzadilla de este innovador programa de salud pública: la reciben más de 12.000 personas, el 35% de todos los beneficiarios del Estado. Pero en los últimos tres años, el centro comunitario BCN Checkpoint, pionero en la administración de la PrEP, ha detectado un colapso cada vez más pronunciado en el acceso a ese programa preventivo, con miles de personas en lista de espera y gente que se ha infectado mientras esperaba para acceder a este recurso.
El centro comunitario, que tiene más de 4.000 usuarios dentro de esta estrategia preventiva, advierte de que están saturados y que las trabas para acceder a la pastilla y a todo el programa preventivo que la acompaña —junto a la píldora, se hace un seguimiento de cada caso y controles periódicos de detección de otras infecciones de transmisión sexual— están poniendo en jaque la lucha contra el VIH (la infección que provoca este virus no tiene cura y si no se trata, una persona infectada puede acabar desarrollando sida). El Departamento de Salud, por su parte, asegura ser “plenamente consciente” de ese cuello de botella en el acceso y estima que hay unas 4.000 personas esperando, aunque defiende que están “trabajando” para solucionar ese embudo.
En una respuesta parlamentaria a preguntas de Junts, el Govern ha asegurado que prepara “un registro formal” de personas “interesadas en recibir el tratamiento” y trabaja para una “reordenación de la estrategia PrEP”. Salud fía a la aprobación de Presupuestos de 2026, todavía en el aire, la actualización de la inversión para asegurar la dispensación de la PreP y llegar a las personas en lista de espera. El montante destinado en 2024 a este programa —en 2025 hubo prórroga presupuestaria y se mantuvo el mismo— fue de 9,3 millones de euros. El grupo parlamentario de Esquerra ultima una propuesta de resolución para “garantizar el despliegue” y también “la equidad de acceso” a esta prestación.
A la espera de esa reorganización de la estrategia de PrEP que propone el Govern, BCN Checkpoint insiste en que se están perdiendo oportunidades en la prevención y asegura que han detectado infecciones entre personas que estaban en lista de espera para recibir el tratamiento. Según avanzó Ara y ha confirmado el centro comunitario a este diario, les consta que al menos una veintena se han infectado mientras aguardaba en ese cuello de botella para acceder a la pastilla. Salud dice que desconoce el origen de esta cifra, pero la entidad calcula que solo con sus listas de espera actuales —alrededor de 4.000 personas, unos dos años de demora—, habrá una decena de nuevas infecciones cada año entre las personas que están en la cola.
“Desde el año después de aprobarse la PrEP, ya acumulamos personas en listas. En 2021 teníamos unas 500, que era unos tres meses de espera. Pero lo gordo ha venido en los últimos tres años. Y eso que mucha gente ya no viene a BCN Checkpoint porque sabe que no lo estamos dando o ya ni se apunta a la lista porque sabe que tendrá que esperar dos años. Estamos en una situación de no accesibilidad a la PrEP”, protesta Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint.
Luisa Conejos, subdirectora General de Adicciones, VIH, Infecciones de Transmisión Sexual y Hepatitis Víricas de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, explicó ayer a EL PAÍS que es “plenamente consciente de la situación” y están trabajando para solventarla, aseguró: “Estimamos que hay unas 4.000 personas en lista de espera, pero no es seguro. Es una aproximación. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para atender estas situaciones. Trabajamos para construir una lista única porque puede que una persona esté repetida en dos lugares y estamos estudiando diferentes vías para atender al máximo a todas las personas”.
El origen de este embotellamiento puede estar en cómo se dimensionó el modelo: “Al inicio tienes unas previsiones, pero, a partir de ahí, se genera una demanda, sobre todo en el contexto urbano, muy superior a la que en un principio se planificó. Y luego, con los presupuestos prorrogados, tampoco hemos podido desarrollar un presupuesto extra”, se justificó Conejos. La experta, con todo, reivindicó que Cataluña “está haciendo una inversión absolutamente diferenciada, en positivo” en el programa PreP: “El VIH está totalmente priorizado en este departamento”, defendió.
Cataluña ha superado el objetivo 90-90-90 de Onusida: según datos del Departamento, el 95% de las personas infectadas lo saben; de ellas, el 90% están en tratamiento y de este grupo, el 98% tienen una carga viral indetectable. Pero todavía quedan margen de mejora en el campo preventivo y los problemas en el acceso a la PrEP son un ejemplo.
Josep Mallolas, jefe de la Unidad de VIH-Sida del Hospital Clínic, asegura que en su centro llevan unos 2.000 usuarios de PrEP, la cifra techo pactada en el convenio con el Servicio Catalán de la Salud. No tienen lista de espera como tal, pero le consta, dice, “que hay un pull importante de gente que está intentando empezar la PrEP”. “Es un cuello de botella que depende de los Presupuestos”, plantea el médico, que se muestra positivo y cree que se “desencallará” pronto la situación.
Jorge García, responsable de la unidad de ITS Drassanes-Vall d’Hebron, cuenta también que llevan a unas 2.500 personas en su programa de PrEP. Están hasta los topes. “No admitimos nuevos usuarios, excepto personas con vulnerabilidad social importante, como trabajadores sexuales o personas que practican chemsex. No podemos abrir a más personas”, lamenta. Falta espacio y las consultas están llenas. “Esto es un embudo: la persona entra y se queda, no es un tratamiento agudo. Es una prevención, personas que se mantienen durante años”, cuenta. Y recuerda que el programa es integral, no solo dispensar una pastilla: “Hay acompañamiento personal, cribados de ITS, mantenemos las vacunas al día, damos atención psicológica e incluso, en personas que llevan poco tiempo en España, hemos incorporado al programa PrEP el cribado de enfermedades importadas, como la de chagas”.
Falta de recursos humanos
Todas las voces consultadas coinciden en que el tapón no está en la disponibilidad del medicamento o en su precio, sino en la falta de recursos humanos para desplegar todo el programa asistencial de la PrEP. Hay, según Conejos, 19 hospitales y dos centros habilitados para dar este servicio, pero no en todos está implantado el programa. Joaquín López-Contreras, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Sant Pau, admite, por ejemplo, que todavía no han podido desplegar el programa PrEP por “razones de espacio y dificultades de personal”. “Ahora hemos conseguido desbloquearlo y estamos a punto de empezar. Prevemos empezar a ver usuarios en diciembre. Ha sido imposible hacerlo antes a pesar de ser una demanda social importante”, lamenta. El médico recuerda que esta estrategia es “eficiente”, pero el volumen de personas que quieren la prestación es “grandísima”: “Todos los hospitales de Barcelona ciudad están saturados o con listas de espera y la percepción es que nosotros también nos saturaremos pronto”, augura.
A pie de calle, también se percibe esa congestión en la puerta de acceso a esta prestación. Luis Villegas, director de la ONG Stop, que facilita información, acceso y derivación a centros habilitados para dispensar esta estrategia preventiva, asegura que cualquier recurso asistencial en Barcelona tiene colas de espera de varios meses. “Teniendo estrategias como la PrEP no puede ser que se les esté negando el acceso a personas que tienen un alto riesgo de infección. Incluso, por cuestiones economicistas, va a ser más caro que una persona se infecte a que reciba la PrEP”, plantea. El propio Departamento de Salud reconoció que la inversión en 2024 a los centros dispensadores de PrEP fue de 1.171 euros por persona al año, mientras que el gasto en el tratamiento de alguien con VIH es de unos 5.5000 euros por persona al año.
El Govern trabaja en planes a medio plazo para ordenar las colas y adecuar recursos y necesidades, pero para soluciones inmediatas hay poco margen de maniobra. Conejos recomienda a las personas en lista de espera que, por lo pronto, recurran a otros métodos de prevención, como el preservativo, una consigna que ya planteó el Departamento de Salud en su respuesta parlamentaria a Junts: ”Las personas en lista de espera para PrEP deberían usar otros métodos de prevención a los que el Departamento dedica recursos, tanto en el ámbito de la educación sanitaria como en la dispensación directa de preservativos”, apuntó.
Sin embargo, en este contexto, la idea de recurrir al preservativo como solución no ha sido del todo bien recibida por los expertos. “Es un mensaje improcedente porque, por esa regla de tres, no tendríamos que dar ninguna otra cosa a nadie”, opina Mallolas. “Es un comentario desafortunado. Evidentemente existe el preservativo. Y la abstinencia. Y habrá personas para las que esas vías sean las adecuadas, pero otras a las que no les valga”, abunda Villegas. La PrEP está considerada una estrategia clave para avanzar en la erradicación del VIH.
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