Resuelto el enigma de las 8.800 cervezas que aparecieron en un camión averiado en un pueblo de Lleida
El cargamento encontrado por los Mossos d’Esquadra en el interior de un camión sin conductor en la Vinaixa iba desde Francia hasta Alicante

Hallada la respuesta a la misteriosa aparición de un cargamento de 8.800 cervezas Corona distribuidas en 370 cajas en un camión ligero averiado en mitad de la autopista en Lleida. La mercancía era propiedad de una empresa de transportes de Altea (Alicante). Según ha explicado el conductor, se detuvo a descansar en un área de servicio cerca de Montblanc, en Tarragona, pero cuando emprendió de nuevo la marcha, no se percató de la desaparición de la carga. No fue hasta llegar a su destino, en Francia, cuando se dio cuenta de que faltaban palés. El 2 de julio denunció el robo en la caserna de la Guardia civil de la localidad alicantina.
Los Mossos d’Esquadra hallaron la mercancía el pasado 1 de julio, en el interior de un vehículo que se encontraba averiado y sin conductor en el kilómetro 175 de la AP-2. Los agentes detectaron que la carga no estaba apilada en palés, por lo que la principal hipótesis ya apuntaba a un posible robo.
Cerca del camión averiado que contenía las cervezas, los Mossos dieron con un turismo, también sin ocupantes. Un poco más allá, otra furgoneta con tres hombres de los que la policía sospechó que podían ser los teloneros, término que se emplea para definir a los ladrones de carretera. Los Mossos averiguaron que dos de ellos tenían antecedentes por robos parecidos y localizaron cúters y otras herramientas. Pero al ver que no había ninguna denuncia, los identificaron y les permitieron continuar con la marcha.
Desde la aparición de las “coronitas”, la policía catalana tenía el custodio de la carga y del camión averiado en la comisaría de Les Borges Blanques, pero no ha sido hasta días después que el propietario se ha enterado gracias a la difusión mediática.
Un robo no suele provocar júbilo alguno, pero este suceso podría haber beneficiado al medio millar de habitantes de Vinaixa, que celebran su Fiesta Mayor a finales de agosto. Los vecinos, según el alcalde de la localidad, Josep Maria Tarragó, mantenían la esperanza de poder quedarse con el botín, ya que la autoridad judicial en estos casos puede donar cualquier residuo aparecido en el término municipal al propio Ayuntamiento para que este lo gestione. “La gente del pueblo quería las cervezas para celebrar una fiesta mexicana. Si fuera arroz lo donaríamos a alguna causa benéfica, pero en este caso no creo que sea ético”, ha bromeado el edil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.