Illa dice que respeta la sentencia de Sijena y deja en manos del MNAC la última palabra

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha afirmado este jueves en Kobe (Japón), donde se encuentra de viaje oficial, que su ejecutivo no tiene voluntad de “obstruir” el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo sobre la devolución a Aragón de las obras de Sijena depositadas en el MNAC. Con todo, Illa ha hecho equilibrios y ha apuntado que le preocupa que en ese traslado las obras puedan sufrir un daño “irreparable”, aunque ha recalcado que hay técnicos que discrepan sobre esa posibilidad. “Hay que entrar en un debate técnico. Hay algunos que creen que si y otros que no”, ha dicho. El socialista ha explicado que será el MNAC quien se dirigirá al Supremo en la fase de la ejecución de la sentencia, que se prevé en un plazo de 20 días.

La consejera de Cultura ya avanzó este miércoles que el traslado de los frescos románicos del siglo XIII expuestos en el MNAC podría comportar unos daños irreparables. No lo ve así el presidente de Aragón, Jorge Azcón, que ha reclamado la ejecución de la sentencia. “Acabamos de conocer hoy la sentencia del Tribunal Supremo que zanja categóricamente el litigio a favor de los aragoneses y la integridad de su patrimonio cultural”, dijo este miércoles Azcón. Illa no ha querido replicar y ha puntualizado que, aunque no conocía esas declaraciones de Azcón, con quien se reunió en Zaragoza el pasado viernes, “se las podía imaginar”.

Illa ha revelado que hoy enviaría un mensaje al director del MNAC, Pepe Serra, y que también mantendría una segunda conversación con la consejera. Además de hablar de esos daños irreversibles, Hernàndez recalcó también que la Generalitat debe preservar el patrimonio. En la misma línea, Albert Dalmau, consejero de Presidencia, señaló que el Govern evitará actuaciones “que puedan perjudicar el mantenimiento y la integridad de las pinturas”. Serra ha defendido que el museo ha conservado de forma “extraordinaria e impecable durante décadas” las pinturas, al máximo nivel técnico y siguiendo los estándares internacionales.

Con una trayectoria en la que siempre ha mostrado su respeto al poder judicial y al acatamiento de los fallos, Illa ha evitado la confrontación y deja así en manos del MNAC el último intento para que las obras no sean retiradas. Un 50% de las mismas son reconstrucciones y expertos avisan del daño definitivo que correrían. Illa no ha querido entrar en por qué Aragón no reclama otras obras expuestas en otros museos con origen de su comunidad. “Quiero mirar adelante”, ha dicho, aunque si ha deslizado que en el ámbito de la ejecución de la sentencia se garantice que las pinturas murales no son dañadas.