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La sirena, el dodo y el pterodáctilo: el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona hace visible lo invisible

Una exposición en el NAT con obra de artistas y científicos invita a fascinarse y a reflexionar entre criaturas legendarias, raras, extintas o en peligro de desaparición

El pterodáctilo de 'Animales invisibles'.
Jacinto Antón

No todos los días vas a la inauguración de una exposición en la que te presentan a una sirena (y te da dos besos), en la que puedes hacerte un sensacional selfie en las fauces de un megalodón como si fueras, salvando las distancias, Jason Statham, o ponerte bajo un pterodáctilo de forma que parece que se te vaya a llevar en sus garras como aquel tan afortunado que hacía presa en Raquel Welch en Hace un millón de años. Pero vamos, es lo que cabe esperar de una exhibición dedicada a visibilizar criaturas invisibles cuyos comisarios son dos personajes como el escritor y adalid de la literatura de naturaleza (liternatura) Gabi Martínez, obsesionado con las ovejas, las aves pico de zapato, el yeti o los deltas, y el arqueólogo, naturalista, “explorador” (como se califica él mismo cuando lleva salacot) y también escritor Jordi Serrallonga, al que le pierden los fósiles, la criptozoología, Darwin e Indiana Jones.

Animales invisibles: mito, vida, extinción y desextinción es el título de la muestra dedicada a criaturas míticas, raras, desaparecidas o en peligro de estarlo, que se ha presentado este mediodía en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (NAT) y que es el mismo título, añadiendo el concepto tan en boga de desextinción, del libro que publicaron en 2021 ambos (editado conjuntamente por Nórdica y Capitán Swing, con versión también en catalán).

Los comisarios de 'Animales invisibles' Jordi Serrallonga (izquierda) y Gabi Martínez, en la mandíbula de megalodón de la exposición.

De hecho, el de Animales invisibles es un proyecto de muy largo recorrido al que llevan entregados desde hace ya más de una década Martinez y Serrallonga en paralelo a sus respectivas carreras personales y que ahora, tras diversas plasmaciones (libros, charlas, web), alcanza un punto culminante con la exposición en el NAT. Los dos autores y amigos tuvieron la idea de pedir a un grupo de personas de diferentes campos, colaboradores de 63 disciplinas distintas, sobre todo científicos y artistas, que escogieran algunas de esas criaturas, las que les fascinan o con las que trabajan, y las presentaran al público a su manera, añadiendo ellos, los comisarios, sus propias obsesiones. Tras cuatro años de preparación, la exposición recoge el resultado, como una estimulante arca de Noé (incluyendo seres que habrían quedado fuera), con el material agrupado en cuatro ámbitos: Mito, Vida, Extinción y Desextinción.

El ámbito del tigre de Tasmania en la exposición 'Animales invisibles'

La muestra, “multidisciplinar, vanguardista e inhabitual”, forzosamente incompleta dada la inmensidad del catálogo de animales invisibles, tiene secciones tan formidables como las dedicadas respectivamente por Joan Fontcuberta y Antoni Muntadas a las sirenas y al tigre de Tasmania. Del primero se exhibe material de su trabajo sobre el supuesto descubrimiento de sirenas fósiles (“Hydropithecus”), incluido un falso documental sobre los hallazgos del sacerdote Jean Fontana (sic), el Teilhard de Chardin de las ondinas; dos fotos de excavaciones subacuáticas de los restos y un esqueleto completo de un espécimen con cuerpo humano y cola de pez. Un visitante le ha comentado a Serrallonga, para divertida estupefacción de este, que le ha sorprendido descubrir que las sirenas eran reales. En el mismo ámbito de las sirenas se exponen fotos de un bellísimo ejemplar nadando en aguas de Mallorca y Formentera (!). La propia sirena (la actriz y psicóloga Natalia Álvarez, fotografiada por Adriano Giotti para la serie Sueños de una humana sirena: Parthenope, hoy) ha estado en la presentación y ha explicado en directo a este diario que su libro favorito es La vieja sirena de José Luis Sampedro. En cuanto al trabajo de Muntadas, se muestra en una instalación independiente en un cubículo oscuro y refleja, con diversos objetos, publicaciones, fotos y la secuenciación del ADN del depredador marsupial, su interés por el extinto tigre de Tasmania o tilacino (Thylacinus cynocephalus) cuyo último ejemplar fue visto en 1936.

El supuesto fósil de sirena en 'Animales invisibles'.

En el recorrido, con una evocadora banda sonora creada para la ocasión por Rafel Plana, uno puede encontrarse desde el escasísimo tritón del Montseny —con información del proyecto para conservarlo— al ya desterrado dodo o la recientemente extinta (1943) mariposa californiana xerces azul, pasando por el esquivo calamar gigante, o los citados pterodáctilo (la réplica de pteranodon que se hizo para el filme El valle de Concavenator, 2022) y megalodón (un modelo terrorífico de las fauces de ese tiburón prehistórico de 18 metros). Están asimismo el Ts’ikayo, ser mitad humano mitad elefante de los hadzabe de Tanzania, el legendario Chupacabras, la medusa inmortal (Turritopsis dohrnii) y dos urogallos cuyo canto de cortejo puede oírse y que responden a los nombres de Gabi y Serrallonga.

La sirena Natalia Álvarez, en una de las fotos de la exposición.

En la exposición, con un punto de apasionado totum revolutum y que no duda a ratos en mezclar churras con merinas — las ovejas negras extremeñas a las que consagró un proyecto Gabi Martínez con lobos— aparece un “fotógrafo invisible”, Txema Salvans, que se camufla para disparar y tiene series dedicadas a perros o a nidos inesperados de cigüeñas, y una “mujer invisible”, la invisibilizada Rosalind E. Franklin (1920-1958), descubridora de la estructura de doble hélice de la cadena de ADN. También, en el capítulo de presencia femenina, además de las sirenas y las muchas científicas y artistas, una mujer neandertal (extinta) y dos combatientes de la conservación de especies que aportan su testimonio en un audiovisual: la veterana naturalista Odile Rodríguez de la Fuente, hija del iniciático Félix, y la joven activista Carlota Bruna. Participa asimismo una tatuadora, Paola Garmo, especializada en dibujar en la piel animales fabulosos.

Cráneo de jirafa en la exposición.

La visita a la exposición, producción del NAT, arranca bajo el calamar gigante y ante un vídeo que muestra al actor Viggo Mortensen, colaborador del proyecto, amigo de Serrallonga y una persona interesada en temas de conservación de la naturaleza, leyendo su prólogo al libro Animales invisibles. También pasas ante un espejo de cuerpo entero que parece sugerir (y más si eres un vampiro) que tú también eres un animal invisible. “Estamos donde soñábamos estar”, ha señalado Jordi Serrallonga, mientras que Gabi Martínez ha subrayado lo que tiene de reto y de hermoso “dar visibilidad a lo invisible”.

Por su parte, el director del NAT y asesor científico de la exposición, Carles Lalueza (gran fan de Lovecraft y sus pulposas criaturas, por cierto), ha recordado en la presentación que 42.000 especies desaparecerán en los próximos años si no se pone remedio y ha considerado a los animales invisibles muy poéticamente “ramas cortadas del árbol de la vida”. Preservar la diversidad, ha dicho, debería ser una prioridad, y ha señalado cómo la exposición está en la línea estratégica del museo de profundizar “en temas de actualidad que nos interpelan y nos llaman la atención”. Ha considerado que pese a que aparezcan criaturas del imaginario, el enfoque principal de la muestra es científico.

Lalueza ha explicado a este diario que se han incorporado recientemente al NAT, de manera inesperada, otros animales invisibles: varias garras de Spinosaurus (un contundente dinosaurio al que el museo precisamente dedicó hace años una exposición) que fueron incautadas cuando se las trataba de introducir ilegalmente en el país junto con restos de meteorito. El mundo, ese fascinante lugar.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.
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