El Liceu reúne a políticos, empresarios y al mundo de la cultura en la apertura de la temporada

El Gran Teatro del Liceo ha inaugurado esta miércoles por la noche la temporada con la ópera Lady Macbeth de Mtsensk, de Shostakóvich, la segunda y última ópera de Shostakóvich. El director residente Àlex Ollé firma la puesta en escena de esta trágica historia rusa proscrita por el Estalinismo en el que se narra la vida de una mujer que se rebela ante el asfixiante patriarcado y asesina a su suegro, su marido y la novia de su amante. El público ha recibido la obra, de casi tres horas y media de duración, caracterizada por desarrollarse toda la acción sobre un lecho de 10.000 litros de agua, con ocho minutos de aplausos.

La cita ha reunido a la cúpula institucional, económica y a miembros de la cultura que han querido asistir a este estreno de la temporada. El presidente de la Generalitat Salvador Illa ha acudido al estreno al que tampoco han faltado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el presidente del Parlament, Josep Rull y los expresidentes Jordi Pujol, acompañado de uno de sus hijos, y José Montilla y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret. Salvador Alemany, presidente del patronato del Liceo, ha actuado de anfitrión en la plataforma donde posaban los invitados a las puertas del teatro. Además de los políticos -gran parte de los exconsejeros de ERC- han desfilado Josep Oliu, presidente del Sabadell; Maurici Lucena, presidente de AENA y el CEO de Criteria Caixa, Ángel Simón. El mundo de la cultura ha estado representado por el director de cine J. A. Bayona, el escritor Carlos Zanón y los actores Joan Pera y Pere Arquillué y el pintor Frederic Amat.

Antes del inicio de la ópera, el teatro ha emitido un video de dos minutos en una pantalla gigante en el que ha invitado al público a celebrar los 25 años de la reapertura del teatro tras ser calcinado en un incendio en 1994. El video incluye el poema Foc Nou, de Mireia Calafell, que evoca la trayectoria vital del teatro desde que fue arrasado por las llamas hasta que resurgió después.

El Liceu ha invertido 1,5 millones de euros en esta producción de Lady Macbeth de Mtsensk que se distingue por una escenografía que se alza en un escenario con 10.000 litros de agua. La idea de Ollé ha sido la de retratar el estado anímico de Katerina, la protagonista, que vive en un mundo inhabitable y sórdido y de una extrema violencia donde se suceden crímenes, violaciones, robos y la actuación de una policía corrupta. El agua provoca un juego de espejos y un constante chasquido por donde pisan los cantantes. El sistema de agua, que se nutre del freático, que ha supuesto una inversión de 20.000 euros, quedará ya para el Liceu que confía en que esta producción viaje al exterior.

Bajo el lema Persiguiendo un sueño, el Liceu ha previsto una temporada con 206 funciones, de las que siete —seis óperas y un ballet— son nuevas producciones o coproducciones. La principal apuesta es esta Lady Macbeth rusa proscrita por Stalin y Lohengrin, de Wagner, que la pandemia dejó en el aire. La puesta en escena, que también recurrirá al agua, la firma Katharina Wagner, bisnieta del compositor. El programa incluye también esta tercera producción propia: el estreno de Benjamin a PortBou, que el Liceu ha encargado al músico Antoni Ros-Marbà, presente este miércoles en el teatro.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal