El PSOE andaluz pide una gestora en Torremolinos tras la denuncia por acoso contra su dirigente local
La dirección andaluza aclara también que la mano derecha de Paco Salazar solicitó abandonar la ejecutiva para “defenderse”

El PSOE ha anunciado que será una gestora la que dirija al partido en Torremolinos (Málaga, 70.933 habitantes) después de que su secretario general en la localidad, Antonio Navarro, haya sido denunciado por acoso sexual. Es la decisión que ha tomado en la mañana de este martes la Comisión de Ética de Andalucía, que ahora solo necesita la ratificación de la comisión federal. El paso también se da después de que los socialistas suspendieran la militancia de Navarro de manera cautelar una vez la Fiscalía de Violencia contra la Mujer de Málaga abrió una investigación para aclarar lo ocurrido y decidir si prosigue con el caso o lo archiva. El nombre del responsable de la gestora lo pactarán la dirección provincial en Málaga, que lidera Josele Aguilar, y el secretario de organización del PSOE andaluz, Paco Rodríguez. Una vez esté formada, pedirá a Navarro tanto su acta de concejal como la de diputado provincial. Habitualmente ese puesto suele recaer en alguien ajeno a la agrupación intervenida.
La suspensión de militancia del hasta ahora secretario general en Torremolinos no conllevaba su expulsión del partido, pero sí la pérdida de su cargo en la estructura socialista. Sin el líder en la ciudad, el PSOE malagueño decidió solicitar la suspensión de las funciones de toda la Comisión Ejecutiva Local en la localidad torremolinense. Este martes, la Comisión Regional de Ética ha mantenido una reunión para analizar dicha petición, en la que han decidido finalmente aceptar la medida y trasladarla a la dirección federal socialista, que será quien deba ratificar en última instancia. La idea es que la gestora tome las riendas de la Agrupación Municipal del PSOE en Torremolinos lo antes posible “hasta que se restablezca su vida orgánica con la elección de una nueva ejecutiva local en asamblea”, según ha informado la formación política en un comunicado.
Aún se desconoce quien encabezará ese órgano de transición, que será decidido entre la dirección provincial malagueña y la andaluza. Su primer paso será, según fuentes socialistas, pedir a Navarro que deje su cargo de concejal en el Ayuntamiento de Torremolinos (que ostenta desde 2019) y el de diputado provincial en la Diputación de Málaga (desde 2023). De momento, la mayor preocupación en el PSOE es que el grupo municipal, integrado por cinco concejales, acepte la salida del hasta ahora secretario general de la agrupación. Las mismas fuentes explican que no las tienen todas consigo, pero que confían en que el grupo no se rompa.
Navarro fue denunciado el pasado 10 de noviembre por una militante socialista en Torremolinos por acoso sexual. En la denuncia aseguraba haber recibido “mensajes de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas, ni consentidas” por parte del que entonces era uno de los máximos responsables del PSOE en Torremolinos y, por tanto, su superior. Todo ello, relataba la víctima, había creado un ambiente “intimidatorio, degradante y humillante” tanto a nivel personal como profesional. La mujer relata en el documento que los hechos se remontaban a septiembre de 2021, cuando el denunciado empezó a escribirle decenas de mensajes a cualquier hora. Entre ellos: “Que te quiero meter ficha”, “Es que estás muy buena”, “¿Ese escote lo has tenido siempre?”, “Cuando te enfadas te pones muy guapa”, o “Iré depilado por si tienes un desliz”. Hasta 15 folios repletos de mensajes de este tipo: “Yo sé cómo quitarte el dolor de cabeza”; “aunque te pusieras cuello vuelto ibas a estar igual de buena”; “yo sé quitarte el cansancio”.
La edil socialista llegó a la fiscalía después de que el pasado mes de junio pusiera en conocimiento del PSOE, a través de sus cauces internos, lo que estaba ocurriendo. Lo hizo con un escrito, al que el partido respondió abriendo una comisión de investigación del Órgano contra el Acoso. A ella la escucharon el 15 de julio, pero luego nunca más le contactaron. Ella insistió por la misma vía interna en octubre porque, sin respuesta, se sentía “indefensa y vulnerable”. Tampoco obtuvo más información, de aquí que acabase llevando el caso a los tribunales. “Fui al juzgado porque la situación era insoportable”, explicó a EL PAÍS la semana pasada.
Josele Aguilar, secretario general del PSOE en Málaga, ha asegurado este martes que la formación “ha actuado cumpliendo el reglamento, cumpliendo todos nuestros trámites”. “Y en el momento que tuvimos conocimiento, lógicamente, de la denuncia, le dimos trámite”. “Hemos estado acompañando a la denunciante en todo este camino”, ha asegurado el líder del PSOE provincial. “No ha habido en ningún caso ninguna intención ni de dilatar, ni de demorar, ni de tapar nada respecto de este caso”, ha subrayado quien dice haber hablado con Navarro. “Me ha dado sus explicaciones y su versión”, ha revelado el responsable malagueño, que asegura que del denunciado “ha negado los hechos”. Aguilar ha insistido en que volver a hablar con él en los próximos días para que ponga “sus cargos institucionales a disposición del partido” porque, de momento, no consta “que lo haya hecho”.
De otro lado, fuentes del PSOE de Andalucía que lidera María Jesús Montero han aclarado que el que fuera mano derecha de Paco Salazar en la Moncloa, Antonio Hernández, destituido hoy por el Consejo de Ministros como director del departamento de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno, pidió el sábado pasado su baja como miembro de la comisión ejecutiva regional. Hernández presentó un escrito pidiendo su baja como responsable de la Secretaría de Datos, Análisis y Prospectiva del PSOE andaluz para, según ha alegado, “poder defenderse”, ha confirmado el diputado Mario Jiménez en una rueda de prensa esta mañana.
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