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El Gobierno se moviliza para intentar frenar el crecimiento de Vox entre los jóvenes

Resolver en problema de la vivienda y hacer pedagogía sobre la inmigración, los dos ejes de una estrategia para girar la tendencia

La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros este martes.
Carlos E. Cué

Es el fenómeno que más inquieta y desconcierta en el mundo político. Y no se vive solo en España. Buena parte de los jóvenes, especialmente los más jóvenes y sobre todo los varones, se están pasando a Vox. El 40% de los hombres entre 18 y 34 años tiene intención de votarlo, según la última encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. El Gobierno está especialmente preocupado por este fenómeno, que hasta ahora no había llegado a España con tanta fuerza —los jóvenes fueron el gran caladero de Podemos y en general votaban más a la izquierda hasta hace muy poco— y tanto el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, como la de Vivienda, Isabel Rodríguez, o la de Inclusión, Elma Sáiz, mostraron este martes su preocupación por el asunto y sobre todo ofrecieron algunas soluciones clave en las que está trabajando el Gobierno para cambiar esa tendencia y evitar que los jóvenes se entreguen definitivamente a la ultraderecha.

La clave de todo está en la política de vivienda, a la que el Ejecutivo está apostando mucho en esta legislatura, algo que no hizo tanto en la anterior. Rodríguez es muy clara. “Si no resolvemos el problema de la vivienda estamos entregando a la juventud sin esperanza a manos de la extrema derecha”, señala. Este miércoles, la ministra tiene en el Congreso precisamente una interpelación sobre vivienda del grupo de Vox, y ahí tratará de combatir con datos todo el imaginario de la ultraderecha sobre el estado fallido y la necesidad de dejar que el mercado resuelva el problema.

El Gobierno está convencido de poder usar el caso catalán, uno de los pocos lugares de España donde se está aplicando realmente la ley de vivienda, como un ejemplo de que la intervención en el mercado funciona y logra bajar los precios, aunque solo sea un poco, mientras en Madrid, por ejemplo, donde el PP no quiere aplicar esa ley, siguen desbocados.

La vivienda es decisiva, y un problema muy grave de gestión pública, porque buena parte de las medidas que se toman ahora solo tendrá efecto dentro de varios años, cuando ya hayan pasado las próximas elecciones, pero no es el único asunto en el que el Gobierno está trabajando para intentar dar la vuelta a esas encuestas sobre los jóvenes. También, según Cuerpo y Sáiz, es muy relevante lograr que llegue a todos, pero especialmente a esos jóvenes que se están pasando a Vox, los datos reales sobre la marcha de la economía pero especialmente sobre fenómenos que está explotando la ultraderecha como la inmigración, en el que la percepción que detectan las encuestas es completamente diferente de la realidad que ofrecen los datos económicos.

Cuerpo lo tiene muy claro. “Debemos lograr que la narrativa surja de los datos reales, y no de los falsos. La inmigración, por ejemplo, es un factor clave del crecimiento de España. Y así debe verse”. El ministro explica que la narrativa negativa sobre la inmigración que está haciendo Vox y el PP y que se reproduce en discursos tremendistas en las redes sociales está alterando la propia percepción de los ciudadanos y en especial de los jóvenes. El ministro cita un reciente estudio sobre la percepción de la inmigración de la economista Sara de la Rica, directora del centro Iseak, con una amplia encuesta que demuestra que los ciudadanos, gracias a estas informaciones negativas, creen que hay muchos más inmigrantes de los que en realidad viven en España —casi el doble—, creen que los inmigrantes sufren el doble de paro del que en realidad tienen, o reciben cuatro veces más asistencia social de la que en realidad disfrutan (creen que son el 55% cuando en realidad es el 11%).

Estos datos indican claramente que el Gobierno está perdiendo la partida de la información, y por eso el Ejecutivo piensa hacer cada vez más esfuerzo para difundir los datos reales. “Tenemos que intentar aterrizar los datos para que la ciudadanía sea capaz de constatar los avances y frenar soluciones populistas”, sentenció Cuerpo. Sáiz también está trabajando en este asunto, pero se encuentra con una resistencia en algunas comunidades autónomas en manos del PP que han optado por un discurso duro sobre inmigración que según el Ejecutivo solo beneficia a Vox.

Cuerpo también admite que, aunque los datos económicos en España son positivos —este martes presentaba una mejora de las previsiones— también el Ejecutivo debe hacer “autocrítica” y ser consciente de que “el ciudadano cuando va al supermercado ve unos precios mucho más altos” o la vivienda disparada. Por eso, la única solución política viable, para el Ejecutivo, es seguir demostrando que el estado de bienestar funciona. “Tenemos que seguir protegiendo con el escudo social, que sepa todo el mundo que no hemos terminado, que seguimos trabajando para reforzar el estado del bienestar, que es la clave para que los ciudadanos se sientan identificados. El crecimiento es necesario pero no suficiente”, remata.

Rodríguez admite que todos los caminos de la conexión con los jóvenes para que no se sumen a la ultraderecha pasan por la vivienda. Y ella carga contra las comunidades del PP que no quieren aplicar la ley. “Si no atendemos este problema, abrimos espacio a la ultraderecha. Hay una parte de insatisfacción de la juventud que no ve respuesta a su problema, pero también hay un punto de irresponsabilidad de la derecha por no sumarse a las soluciones, y con eso está alimentando a la ultraderecha. Estamos poniendo soluciones como la ley de vivienda, intentamos poner coto a los pisos turísticos, y el alcalde de Madrid dice que total son solo 15.000, que no es mucho. No podemos decir que vivienda es principal problema y luego no querer hacer nada”, remata.

En cualquier caso, otros ministros consultados también creen que el asunto del ascenso de Vox entre los jóvenes no es definitivo y a la vez se está produciendo otro fenómeno alrededor de la masacre de Gaza y la respuesta ciudadana que también está mostrando que hay jóvenes con ideas muy diferentes que se están movilizando contra lo que el Ejecutivo ya califica abiertamente de genocidio. La discusión está abierta, y la batalla por atraerse a los jóvenes será una de las más importantes en los próximos meses, pero lo que no parece sencillo es ofrecerles resultados tangibles en cuestiones clave como la vivienda en un periodo corto de tiempo, esto es antes de las elecciones previstas para 2027.

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Sobre la firma

Carlos E. Cué
Es corresponsal político de EL PAÍS, encargado de la información del Gobierno y de los viajes del presidente. Antes fue corresponsal en Buenos Aires y está especializado en información política, siguiendo a distintos gobiernos y a varios partidos. Ex alumno del Liceo Italiano de Madrid, se licenció en Economía y cursó el máster de EL PAÍS.
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