Ir al contenido
_
_
_
_

La aplazada fotografía entre Sánchez y Puigdemont vuelve a la agenda

Junts trata de sacar partido de la necesidad del PSOE para cerrar una reunión que sirva de rehabilitación pública al ‘expresident’

Carles Puigdemont, de pie, y Pedro Sánchez asisten al pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, en diciembre de 2023.
Marc Rovira

En la tensa relación que mantienen el PSOE y Junts per Catalunya se han sucedido las reuniones, lo mismo en Madrid que en Suiza, para buscar puntos de acuerdo que ayuden a engrasar el trato entre las dos partes. Pese a todo, una imagen puede valer más que todas las palabras. La fotografía de una reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont tiene capacidad para abrir puertas y ventanas que ayuden a oxigenar las lealtades y, de paso, dar aire a la legislatura. Ambos bandos han reconocido interés en el encuentro, pero la cita sigue pendiente desde hace meses. La lista de motivos alegados para retrasar el retrato es diversa y la incógnita se centra ahora en ver si caben más pretextos o si, por contra, las necesidades comunes propiciarán que las agendas se despejen más pronto que tarde.

Antes de irse de vacaciones, el presidente del Gobierno cerró el curso político señalando que no pone vetos a sus relaciones: “Me voy a reunir con todos los interlocutores políticos”, dijo. Resiste ante los envites cada vez más ensañados de PP y Vox, pero está necesitado de apoyos para mantenerse a flote en el Congreso y para desatrancar asuntos clave, como los presupuestos para el año 2026. Sobre el papel, un hueco de esa planificación tiene que ser para Carles Puigdemont. “La ley de amnistía precisamente es para superar la situación que se vivió en 2017, este es un país que mira hacia delante, y me reuniré con todos ellos, para tratar estos temas y otros muchos”, concretó Pedro Sánchez.

Puigdemont ha reclamado de manera reiterada una reunión con Sánchez y ha criticado expresamente al Gobierno por demorar este asunto. El expresident permanece residiendo en Bélgica a la espera de poder beneficiarse de la aplicación de la amnistía y este verano ni siquiera ha planificado vacaciones en el sur de Francia, como solía, a escasos kilómetros de la frontera con Cataluña. Solo se desplazará puntualmente allí para actos concretos, como fue el encuentro de Junts en Prats de Molló el pasado 27 de julio o, este agosto, una visita prevista a la Universitat Catalana d’Estiu, en Prada.

Según el líder de Junts, el jefe del Gobierno y sus ministros reprochan a los jueces que pongan trabas a la aplicación de la ley de amnistía pero ellos actúan de manera parecida. Puigdemont ha criticado a Sánchez, también al president de la Generalitat Salvador Illa, porque evitando reunirse con él frustran, de facto, su restitución. “Hay dos tipos de amnistía: la judicial y la política. Ya sabíamos que habría problemas con el Tribunal Supremo y con los jueces que siempre se las han apañado para subvertir la ley [...]. Cuando Pedro Sánchez o Salvador Illa se resisten a venirme a ver o a ponerme escolta, esto no depende de ningún juez, depende de la política”, ha manifestado públicamente Puigdemont, e incluso ha culpado a los máximos responsables del Gobierno y de la Generalitat de, con su comportamiento, enfatizar la idea de que él es un “delincuente”.

Sánchez insiste en que no tiene inconveniente en verse con Puigdemont, pero la intencionalidad no cuaja. Un retrato con un líder independentista que se escapó, por dos veces, de España y que sigue sin poder regresar por riesgo a ser detenido es una imagen que incomoda al PSOE. En la hoja de cálculos del Gobierno entraba la posibilidad de que Puigdemont pudiera beneficiarse de la amnistía con mayor rapidez y aparecer junto a Sánchez como un expresidente autonómico al uso, sin ninguna cuenta pendiente con la justicia.

El presidente del Gobierno afirmó, en diciembre de 2023, que esta legislatura se iba a reunir “muchas veces” con el expresident de la Generalitat. Doce meses después lo volvió a repetir: “El Gobierno ha pasado página de 2017. Tenemos que mirar al futuro”, dijo a finales de 2024. Ahora, coincidiendo con la necesidad de aprobar los presupuestos de 2026, Sánchez vuelve a poner la mirada sobre las tarjetas de invitación.

Nunca nada se concretó pese a que, en vísperas de la Navidad de 2023, se estuvo a punto. Fue cuando ambos coincidieron en una sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Sánchez daba un discurso de balance de la presidencia española rotatoria del Consejo de la Unión Europea y Puigdemont entonces aún era eurodiputado. El expresident, y voces de Junts como el secretario general Jordi Turull, alegaron que se había descartado el encuentro porque no tenía sentido “hacer solo una foto”. Se pedía una reunión con contenidos y con la posibilidad de cerrar acuerdos.

Desde el bando socialista se señala que no es solo Junts quien ha puesto exigencias para la cita. En el PSC se apunta que Salvador Illa estaba en disposición de atender la demanda de Puigdemont y hacerle una visita para respetar la rueda de encuentros que ha tenido Illa con todos los expresidentes de la Generalitat. El órdago lanzado por Junts al PSOE para pedir que Pedro Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza fue la causa que supuestamente cerró de golpe la agenda del PSC y enfrió los ánimos de socializar de Pedro Sánchez.

Tras el escándalo que rodea a Santos Cerdán, que fue interlocutor con Puigdemont, la relación entre las dos partes no es fluida. Pero ante la voluntad del PSOE de sacar adelante los presupuestos, el comodín de la foto recobra valor para Junts.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Marc Rovira
Corresponsal económico de EL PAÍS en Cataluña, encargado de seguir la información relacionada con la actualidad empresarial y política. Licenciado en Derecho, durante una etapa en la prensa local trabajó en Girona y en Tarragona. Ya en EL PAÍS, tuvo un paso por la sección de Deportes, cubriendo el Mundial de MotoGP. Colaborador en la SER y en TV3.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_