La auxiliar asesinada en O Porriño pidió renunciar al trabajo porque sufrió acoso del supuesto homicida el día anterior
El presunto autor del homicidio, de 71 años, marido de la mujer a la que cuidaba la víctima, fue dado de alta en psiquiatría hace una semana en contra del criterio de sus hijos

La Guardia Civil investiga el móvil de la muerte violenta de la trabajadora del servicio de ayuda en el hogar del Ayuntamiento de O Porriño (Pontevedra), Teresa de Jesús González, de 48 años, ocurrida este martes. La hipótesis más probable es que el supuesto autor del ataque, marido de la mujer a la que cuidaba la víctima, sufrió un brote debido al cuadro psiquiátrico que presentaba y por el que había estado en el hospital hasta la semana pasada. La asistente social advirtió del peligro que corría y había denunciado una situación de acoso sexual ocurrida el día anterior, por lo que pidió asesoramiento sindical para tramitar su renuncia. Horas después, falleció por las heridas producidas por un hacha y un rastrillo, supuestas armas del crimen, según fuentes de la investigación.
Las autoridades están tratando de reconstruir los antecedentes al homicidio y qué exactamente pudo haber motivado a que la víctima quisiera renunciar a esta asistencia domiciliaria. Los agentes han solicitado información a la Confederación Intersindical Galega (CIG), con la que la víctima contactó este lunes para informarles de la situación, por la que pedía consejo para realizar el trámite de la finalización laboral. También han solicitado datos a la empresa concesionaria del servicio municipal, Aralia, contratada por el Ayuntamiento y que estaba informada de la tensa situación que vivía la víctima.
El presunto autor, Enrique L., de 71 años, había estado ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo hasta la pasada semana, cuando abandonó el servicio de neurología tras pedir el alta voluntaria, aunque sus dos hijos se opusieron, según fuentes de la investigación.
Cuando llegaron los agentes a la vivienda tras el crimen, el hombre tenía las manos ensangrentadas y cerca del cuerpo de la mujer hallaron un hacha de cortar leña y un rastrillo que se utiliza para las labores del campo, herramientas con las que presuntamente perpetró el homicidio.
El miedo de la víctima
Hasta el momento ha trascendido que la mujer quería tramitar la suspensión de la asistencia domiciliaria a esta vivienda y así lo comunicó a la CIG. Desde este sindicato explicaron que le aconsejaron a la víctima que contactara con la delegada sindical de la empresa para la que trabajaba y que estaba subcontratada por el Ayuntamiento de O Porriño para realizar la renuncia al servicio, pero esa conversación no llegó a producirse.
Tras el fallecimiento, la empresa para la que trabajaba la mujer contactó con el sindicato, asegurando que Teresa de Jesús González les había comentado este mismo lunes la situación de acoso que vivía en la vivienda, donde finalmente falleció de forma violenta, según fuentes de la CIG. La intersindical ha lamentado la “precaria” situación de estas trabajadoras y ha criticado que, en ocasiones, cuando una empleada renuncia al servicio, “mandan a otra mujer sin comunicarle lo que allí le ocurrió a su compañera”.
La concesionaria del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de O Porriño (Pontevedra), Aralia, era conocedora del rechazo de la víctima a trabajar en la casa donde ocurrió el crimen este martes, según ha informado esta mañana el alcalde, Alejandro Lorenzo, en rueda de prensa. El regidor ha dicho que la empresa efectivamente trasladó a los Servicios Sociales del Ayuntamiento que la empleada había mostrado su deseo de no querer prestar el servicio en este domicilio el día antes del crimen, por lo que iba a tramitar la suspensión.
Lorenzo ha subrayado que el Ayuntamiento “actuará en consecuencia y con contundencia” cuando “tenga las pruebas necesarias” y cuando se sepa qué se comunicó y qué hizo ante el caso. Y ha informado que la mujer a la que cuidaba la víctima ha sido trasladada a una residencia.
El alcalde también ha indicado en rueda de prensa que ha pedido a los técnicos municipales que informen si Aralia “cumple el contrato” de concesión, aunque el gobierno local esperará a la decisión del juzgado que instruye las diligencias para actuar en consecuencia. “De momento la información que tenemos por parte de los técnicos es que el servicio sí tiene deficiencias en otros sentidos, pero no en este caso”, y ha anunciado que se personará en el procedimiento para que se depuren todas las responsabilidades.
El homicidio de Teresa de Jesús González ha movilizado a vecinos del Ayuntamiento de O Porriño por las trágicas circunstancias que rodean el caso, mientras el Consistorio ha declarado dos días de luto.
El presunto autor del homicidio permanece ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro hasta que pase a disposición judicial. Los investigadores descartan que la comparecencia del presunto homicida se produzca esta semana, dado su delicado estado de salud que impide someterlo a un interrogatorio. Además, se deberá esperar a los informes médicos de la unidad de salud mental del hospital vigués y a la evaluación de los forenses.
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