Pedro Sánchez pasa al contraataque ante el cerco de la corrupción: “Vamos a dar la cara”

Pedro Sánchez ha comparecido con una actitud muy diferente a la del jueves pasado en su segunda rueda de prensa en cuatro días en Ferraz, después de una ejecutiva que ha cerrado filas con su respuesta al escándalo de corrupción del que también habría formado parte su ex número tres Santos Cerdán.

El presidente del Gobierno ha estado por momentos incluso desafiante, como cuando ha retado a Alberto Núñez Feijóo a presentar una moción de censura para la que no le dan los números solo con Vox, mientras descartaba de plano lo que numerosos dirigentes socialistas piden en privado —salvo Emiliano García-Page, el expresidente Felipe González y algunos alcaldes—. “Entregarle las riendas del país a una coalición del PP con Vox que están impulsando una agenda reaccionaria y que actualmente o tiene abiertas 30 casos de corrupción, muchas de ellas involucrando a altos cargos actuales, como es el caso del PP, o ha sido multado por financiación irregular, como es el caso del partido de la ultraderecha de Vox, sería una tremenda irresponsabilidad”, ha aseverado, reconociendo de este modo que un adelanto de las generales supondría la pérdida del Gobierno.

“No vamos a permitir que la supuesta corrupción de unos pocos, que tendrá que ser sustanciada, en este caso, en los juzgados, eche por tierra la integridad de una de las administraciones públicas más limpias de la historia democrática de nuestro país”, ha insistido el secretario general del PSOE, que ha iniciado por la tarde la ronda de contactos con los socios de la investidura empezando por la vicepresidenta segunda y cabeza de Sumar, Yolanda Díaz. En la reunión, en La Moncloa, la posibilidad de elecciones no ha estado en modo alguno sobre la mesa. “Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo. Y no vamos a romper la estabilidad de un gran país como es España, que vive uno de sus mejores momentos de las últimas décadas para ponerlos en manos de la peor oposición que ha tenido la historia democrática de nuestro país en manos de Feijóo y de Abascal”, ha esgrimido en Ferraz para completar la legislatura. Para buscarse el respaldo de los socios, Sánchez ha anunciado que comparecerá en el Congreso a petición propia “en la primera fecha disponible para dar todas las explicaciones necesarias y responder a las preguntas de todos los grupos parlamentarios”. Será el 9 de julio. Al mismo tiempo, el grupo parlamentario socialista impulsará una comisión de investigación en las Cortes que permita “para conocer la verdad sobre el llamado caso Koldo” que espera que los socios de la investidura.

“Mi deber, como capitán, es tomar el timón, capear esta tormenta, es tomar las medidas para recuperar la confianza de los españoles en el PSOE y mi deber también es proteger el Gobierno de coalición progresista”, ha reiterado Sánchez ante las peticiones de que convoque elecciones de la oposición pero también dentro de su partido. “Estamos viendo ahora también algunos compañeros que legítimamente están planteando distintas opciones y yo les animo a que en el Comité Federal intervengan, que lo hagan en los órganos internos. Desde luego que la crítica siempre va a ser bienvenida, porque esta es una organización con una democracia interna, que es lo que garantiza su autonomía en la toma de decisiones”, ha sido el mensaje que ha dirigido a los críticos, entre los que se encuentran dirigentes que siempre le han apoyado.

El comité federal se mantiene el 5 de julio, pero en vez de en Sevilla será en Madrid en Ferraz, lo que contenta a medias a quienes en el PSOE pedían que se adelantase su celebración. Sánchez se ha justificado en que no dispone de tiempo material por su agenda internacional, que lo tendrá “absolutamente comprometido” hasta el primer fin de semana de julio.

Sánchez ha hecho un alegato en el que ha defendido la gestión de sus siete años de gobierno y la “limpieza y transparencia” de su Gobierno. “El llamado caso Koldo es el único hasta la fecha de supuesta corrupción, porque aún no hay sentencia, que afecta a mi organización desde que tengo el honor de dirigirla”, ha afirmado. “La justicia puede contar con la absoluta colaboración de mi organización y vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que lo paguen”, ha enfatizado. No obstante, ha reconocido que ha contemplado su dimisión: “Por supuesto que he pensado en todas las decisiones posibles. Siempre teniendo en cuenta dos cosas, la primera el interés de mi país y la segunda el interés de mi partido, que soy el secretario general del PSOE”.

El secretario general del PSOE, que ha descartado también presentarse a una cuestión de confianza y una crisis de Gobierno inmediata, ha aliviado a numerosos dirigentes territoriales del PSOE que temían un superdomingo electoral en mayo de 2027 en el que las generales coincidan con las municipales y autonómicas. “Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo. No vamos a romper la estabilidad de un gran país como España. Llevo siete años al frente del Gobierno y he respetado siempre los ámbitos de decisión y elección de los ciudadanos de elegir a su alcalde y presidente y eso va a seguir siendo así. No va a haber un superdomingo electoral, soy muy respetuoso con eso. En las últimas municipales y autonómicas los alcaldes y presidentes se presentaron con el aval de su gestión y el PP con mi imagen y la de Txapote”, ha asegurado. Emiliano García-Page, abrió el debate hace unas semanas proponiendo que las generales se celebren antes de esas elecciones y no en julio de 2027

En la reunión de la ejecutiva federal, que ha durado más de cuatro horas, el secretario general del PSOE ha explicado que un equipo de transición llevará la secretaría de organización del partido, la que dirigía Cerdán, hasta el Comité Federal de dentro de tres semanas. El equipo que dirigirá la sala de máquinas del PSOE hasta la reunión de su principal órgano de decisión, donde se aprobarán una remodelación completa de la cúpula, estará formado por Cristina Narbona, la presidenta del partido; Montse Mínguez, diputada del PSC, miembro de la dirección del Grupo Parlamentario en el Congreso y responsable de Trabajo, Economía Social y Trabajo Autónomo en la cúpula socialista; Borja Cabezón, miembro de la Ejecutiva Federal, en la que es secretario de Acción Democrática y Transparencia; y Ana María Fuentes, la gerente del partido, según adelantó EL PAÍS. Esta será la dirección colegiada encargada del área de Organización hasta que se conozca quién relevará a Cerdán en el comité federal. Sánchez ha señalado que propondrá en el principal órgano de decisión del PSOE “una nueva persona y un nuevo equipo al frente de la secretaría de organización”, sin dar más datos. Muchos dirigentes opinan que una mujer debería desempeñar esa función.

Hasta entonces ese equipo de transición se encargará de dirigir al PSOE en la dramática situación que ha provocado la vinculación con casos graves de corrupción de sus dos últimos secretarios de Organización y sugerirá medidas drásticas para cambiar la forma de trabajar y garantizar que algo así no puede volver a pasar. Es una forma de apartar a todos los que han tenido algo que ver con Cerdán o José Luis Ábalos y poner gente diferente que analice lo que hay y recomiende cambios radicales. También hará una ronda con los grupos para intentar reforzar la mayoría y evitar así unas elecciones que Sánchez insiste en descartar. El equipo interino trabajará hasta la celebración del Comité Federal, previsto para el 5 de julio en Sevilla, pero que finalmente se celebrará en Madrid, según miembros de la dirección socialista. Era una petición que hacían numerosos dirigentes del partido: dada la gravedad del escándalo de presunta corrupción que afecta a Santos Cerdán, querían que la reunión se realizase en Ferraz y no en la capital andaluza.

Cerdán ha presentado esta mañana un escrito para darse de baja voluntariamente de militancia en el PSOE, según han informado fuentes socialistas. El partido ha respirado además cuando finalmente ha entregado el acta de diputado, a las 15.09. La reunión de la ejecutiva del PSOE había terminado diez minutos antes. En este aspecto Cerdán no se ha encastillado como hizo Ábalos, que no dejó el acta y discutió la expulsión, que estuvo parada todos estos meses. El partido ha cerrado este lunes el expediente sancionador de Ábalos por parte del instructor de la formación con la recomendación de expulsión del que fuera secretario de Organización. El PSOE abrió en febrero de 2024 un expediente de expulsión para el exministro de Fomento y le suspendió cautelarmente como miembro del PSOE después de que se negara a renunciar a su escaño en el Congreso por el caso Koldo y pasara al grupo mixto “para defenderse”, dijo Ábalos entonces.