Sumar echa el resto en la calle para defender la reducción de jornada

En medio de un negociación parlamentaria muy complicada, el partido creado por la vicepresidenta Yolanda Díaz busca escenificar el apoyo social en torno a la reducción de la jornada laboral. La medida, que rebaja el tiempo de trabajo hasta las 37,5 horas semanales, se encuentra ya en el Congreso, pero no ha avanzado aún en su tramitación porque planea sobre ella una amenaza de enmienda a la totalidad de Junts que podría tumbarla nada más llegar al pleno. Mientras las conversaciones con todas las fuerzas políticas siguen -especialmente con el partido de Carles Puigdemont―, Movimiento Sumar tiene previsto organizar los días 14 y 15 de junio el primer fin de semana de “movilización” por todo el territorio. El partido lleva ya meses organizando actos de apoyo a la ley en distintas ciudades de España.

Fuentes oficiales de la formación, que fía buena parte de su rearme a esta reforma, han adelantado que desplegarán más de 70 puntos informativos por todo el territorio. “Se trata así de activar la movilización social y acercar esta medida a todos los municipios y barrios del país, en lo que supone la consolidación del despliegue organizativo territorial emanado de la Asamblea 2025”, sostiene el partido, que en realidad hasta ahora cuenta con poca presencia fuera de Madrid.

En estas acciones participarán desde la vicepresidenta Díaz, que estará el sábado por la mañana en Madrid, hasta la portavoz parlamentaria, Verónica Barbero, y el diputado del grupo Manuel Lago, que recorrerán varias ciudades de Galicia. También harán lo propio en diferentes comunidades los coordinadores generales Lara Hernández y Carlos Martín, el secretario del grupo en la Cámara baja, Txema Guijarro, o la vicepresidenta de la Mesa del Congreso Esther Gil.

La reducción de jornada a las 37,5 horas es una medida que apoyan, según las encuestas, dos de cada tres ciudadanos, pero hay sectores del Gobierno que dan por hecho que no saldrá adelante en el Congreso. Con el no de PP y Vox casi asegurado, la reforma depende de Junts, muy en línea ahora mismo con la patronal catalana, que está en contra de la norma. Fuentes de Trabajo, sin embargo, se muestran mucho más optimistas, creen que las negociaciones con los independentistas avanzan y guardan absoluta discreción sobre las conversaciones.

Pero por si todo se tuerce, el ministerio ya ha planteado aprobar mediante un decreto, sin necesidad de pasar por el Congreso, el reglamento para el control horario, una de las tres patas de la ley de reducción de jornada, y que serviría para poner coto a los millones de horas extras no remuneradas que se hacen cada año. Es una de las partes que más rechazo genera en las patronales, por el coste que tendría, pero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya ha tirado de las orejas a España en dos sentencias por este asunto.

En su nueva ofensiva, Movimiento Sumar ha activado también una página web en la que los ciudadanos pueden apoyar con su firma la medida. La reducción de jornada es una norma fundamental para el partido y de su aprobación o no depende en buena medida el capital político de la propia Díaz, que hizo de la reducción de jornada su principal bandera en las generales de 2023.