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Conducir sin brazos ni piernas: sí, se puede, pero en España solo en una autoescuela de Bizkaia

Un centro de Basauri es el único en España especializada en enseñar a conducir a personas con discapacidades físicas severas

Naiara Arteaga y su profesor de autoescuela, José Mari Andrés, en una imagen cedida por Irrintzi
Mikel Ormazabal

Naiara Arteaga ha tenido que superar muchos retos a sus 41 años de edad. Esta mujer oriunda de Errenteria (Gipuzkoa) nació con una “malformación congénita”: “Me faltan los dos brazos y una pierna, y en la pierna que tengo me falta el peroné”. Solo puede moverse con una silla de ruedas. Reside desde hace 23 años en Lanzarote y hace pocos meses ha cumplido otro de sus sueños al obtener el carné de conducir. Con el muñón del brazo derecho acciona el joystick con el que guía el volante y un sistema de control por voz le permite activar las luces, los intermitentes o hacer sonar el claxon. A Naiara le tuvieron que adaptar un vehículo “al milímetro” para poder recibir las clases de conducción y presentarse al examen. Este minucioso trabajo lo hicieron en la autoescuela Irrintzi de Basauri (Bizkaia), la única en España especializada en enseñar a conducir a personas con discapacidades físicas muy severas. “Hacemos un traje a la medida de cada alumno. Seguramente, dentro del coche es el único sitio donde estas personas se sienten totalmente independientes”, afirma la directora de la autoescuela, Iratxe Andrés.

Irrintzi (término en euskera que significa grito prolongado de un solo aliento) es una autoescuela que se dedica principalmente a ofrecer formación a personas con grandes limitaciones físicas que quieren obtener el carné de conducir. “Llevamos más de 40 años dedicándonos a la enseñanza para personas con grandes discapacidades. En 2008 conseguimos homologar en España el método de conducción con joystick. Fuimos los primeros en hacerlo. Vimos que en Alemania lo habían implantado y nos aventuramos a aplicar e instalar el sistema llamado Space Drive en un vehículo propio. Fue una revolución que la Dirección General de Tráfico (DGT) decidió armonizar en nuestro país”, explica Iratxe Andrés. Fue una apuesta que entrañó “mucho tiempo, mucho esfuerzo, muchos trámites, algunas negativas…”, añade. Naiara ha sido una de las alumnas de Irrintzi, donde cuentan con un equipo de profesores de autoescuela, ingenieros, especialistas en ortopedia y un taller mecánico de adaptación donde preparan el vehículo a las necesidades de sus clientes discapacitados.

Naiara se puso en contacto con la autoescuela Irrintzi en junio de 2024 y planteó su deseo de aprender a conducir. “El primer día de clase ya consiguieron subirme al coche. Fue algo increíble. A finales de noviembre ya había aprobado el examen de conducción. Jamás hubiese pensado que eso iba a ser posible”, explica por teléfono desde su residencia en Yaiza (Lanzarote). Tuvo que dar cerca de 40 clases. “Fue una experiencia muy bonita. Mi padre estaba sorprendido y me dijo que jamás lo hubiera imaginado”, señala. Durante ese tiempo, siempre con la ayuda de su profesor José Mari Andrés, fue manejando una furgoneta adaptada a sus necesidades físicas: una rampa de acceso desde la trasera del vehículo, anclajes a la medida y un cuadro de mandos ajustado a sus limitaciones: “Naiara tiene un brazo derecho de apenas 20 centímetros. Le tuvimos que adaptar el joystick a su empuñadura, teniendo en cuenta la forma de su pecho, con un mando en forma de parábola. Para eso tenemos un equipo que ofrece un servicio integral que prepara el coche a sus necesidades y va haciendo las modificaciones necesarias mientras recibe las clases prácticas. Un centímetro puede ser determinante para el manejo del vehículo”, señala la directora de Irrintzi.

En esta autoescuela vizcaína han llegado a tener tres alumnos al mismo tiempo, lo que implica adecuar la disposición de los mandos a las necesidades de cada uno de ellos. Irrintzi Soluciones Adaptadas recibió en 2017 el premio ON Bizkaia al proyecto de emprendimiento e innovación social. A comienzos de 2004, la catalana Sonia Guirado, medallista paralímpica en los Juegos de Barcelona en natación adaptada, con una discapacidad del 92%, también superó el examen de conducir: “Los casos de Sonia y Naiara son diferentes, aunque en ambos casos solo tienen un miembro funcional para dirigir el volante. Naiara acciona el joystick con la derecha, Sonia con la izquierda. Se utilizaron empuñaduras diferentes. Sonia llevaba un asiento adaptado, mientras que Naiara conduce subida a su silla de ruedas” dice Iratxe Andrés.

La DGT expidió en 2023 un total de 6.993 permisos con códigos asociados a causas médicas por discapacidades que significan adaptaciones en vehículos, una cifra algo superior a la de 2022 (6.794), pero inferior a la de 2021 (7.185), que contabilizó el máximo de la última década.

Interior de un vehículo adaptado para personas con discapacidades físicas severas, en una imagen cedida por la autoescuela Irrintzi.

Naiara ya tiene el permiso de conducir, pero no ha podido estrenarlo. “A pesar de mi condición física, nunca me ha parado nada. Este ha sido un paso muy importante en mi vida porque cuanto menos dependa de los demás, mejor me siento”, asegura. Su próximo desafío es hacerse con una furgoneta que le permita moverse en carretera. Va a comprar una Renault Trafic que costeará con sus ahorros, pero además tiene que hacer frente a los gastos que conlleva la preparación del vehículo a sus necesidades. Son unos 65.000 euros en total que quiere conseguir con una campaña de financiación colectiva (crowdfunding) desde la cuenta de Instagram @yoquieroyopuedonai. Necesita colocar un elevador en la parte trasera de la furgoneta, los anclajes para la silla de ruedas, el sistema de control de voz y un joystick que cuesta 20.000 euros.

Ya ha recaudado 7.000 euros y se ha puesto de plazo hasta final de 2025 para recibir los donativos suficientes para poner su furgoneta en circulación: “Me han llamado de la consejería de Servicios Sociales del Cabildo para informarme de que puedo acogerme a una ayuda de 3.000 euros. Me han propuesto organizar actos solidarios o un concierto para recaudar dinero“, afirma Naiara, que ha trabajado como integradora social en Lanzarote y ahora estudia Psicología y un curso intensivo de couch. Ha corrido la maratón de Barcelona y la carrera Behobia-San Sebastián, ha viajado a Tailandia y Argentina… Cuando tenga todo listo para salir a la carretera, Naiara quiere recorrer España y toda la isla de Lanzarote visitando a sus amigos.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.
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