La salchicha rellena: ¿hallazgo o la gran broma del Salón Gourmets de Madrid?

Si hablamos de salchichas, lo primero que nos viene a la mente es que son el resultado de un batiburrillo de despojos de animales que trituran y embuten para alimentar a una masa enfurecida a precio de saldo. Pero la realidad nos pone a cada uno en su sitio y la carne procesada ni es el el mal ni es la única alternativa. La salchicha es un producto que cada vez se cuida más; hasta tal punto, que se acaban de inventar la Dapwurst, el nuevo concepto de salchicha gourmet que se presenta este martes día 5 en el Salón de Gourmets en Madrid, en un showcooking, por todo lo alto.

Recuerdo cuando era un adolescente que anunciaban en televisión unas deliciosas patatas fritas congeladas que estaban rellenas de kétchup. El invento, deliciosa guarrada, funcionó unos años pero terminó cayendo en el olvido. Y es que el mercado del paladar no está del todo preparado para el mundo de los rellenos. Dapwurst es el resultado de poner en el mortero muchos ingredientes de aquí, y en la mesa de trabajo mucha inspiración internacional. Una empresa española se acaba de inventar el nuevo concepto de la salchicha gourmet, con carne de cerdo de primera calidad y rellena de los ingredientes más variopintos. Su objetivo, embutir en una salchicha un trozo de cada cultura y llevarlo a la mesa. ¿Arriesgado? Y tanto.

Tenemos Dapwurst para todos los gustos. Puedes cruzar Italia con la Dapwurst pizzaoila, rellena de aceitunas, tomate y mozzarella; EE UU, con la variedad rellena de jalapeños y cheddar o México, con la salchicha rellena de frijoles, pimiento, cheddar y especias. Pero sin duda lo que me ha dejado más fuera de la galaxia ha sido la Dapwurst china, una salchicha de cerdo rellena de bambú y setas. Así que, como podéis comprobar, ya podemos jugar a ser Willy Fog y dar la vuelta en 15 minutos alrededor de tu cocina. El resultado es de lo más impredecible. Lo que sí es bien cierto es que cada vez inventamos cosas más marcianas. ¿Funcionará el invento?

Por una vez en la vida voy a hacer de abogado del diablo y os diré que al invento hay que darle una oportunidad. Está claro que cuando nos zampamos un roti de pavo relleno de toda una orgía de verduras y embutidos, no ponemos el grito en el cielo. El ser humano lleva rellenando alimentos desde que se inventó la sal, ¿imagináis un Día de Acción de Gracias en Boston sin rellenar un pavo para comer? Rellenamos los brazos de gitano con chocolate, los makis con salmón, los pimientos del piquillo con bacalao y los bollos los preñamos con chorizo de León. ¡Pero si hasta las monjas rellenan sus canutillos con crema! Pues nada, que una salchicha se puede rellenar también y el resultado se quiere vender como un producto gourmet. La polémica está servida.

Y, obviamente, no me olvido del sabor. Siete variedades diferentes de la salchicha Dapwurst para siete gustos diferentes. Quizás nos encontremos con el tiempo algunas de pescado, o rellenas de salmorejo o, por qué no, salchichas Dapwurst para veggies. Pero no me pillaré los dedos; dejaré que el mejor crítico gastronómico nos deje la mejor reseña: el propio comensal. Vosotros decidís.