Lily Allen se mete a granjera

No más discos, ni siquiera una gira para su último álbum, It's not me, It's you. Parece que los fans de la cantante británica Lily Allen, hija del actor, humorista y presentador inglés Keith Allen y fulgurante estrella del pop desde 2006, tendrán que resignarse a no poder disfrutar más de sus directos o nuevos discos. Tras años anunciándolo, la artista finalmente cumple lo prometido y se retira de la música. Tiene proyectos familiares y planea irse a vivir al campo para tener una vida tranquila, según informa Contact Music.

Desde que salió su primer disco Alright, Still en 2006, después de darse a conocer en MySpace, Lily, compositora pegadiza con una voz original, opiniones bordes y un estilo despreocupado, ha protagonizado una carrera meteórica que la ha llevado a los primeros puestos de las listas de éxitos. Al tiempo, protagonizaba noticias por sus salidas de tono a la hora de hablar de otros músicos. Ahora ha puesto punto final a esta etapa.

Casada a los 25

Sin embargo, la cantante británica sigue en la brecha liderando una campaña para combatir la descarga ilegal de archivos en Reino Unido. Por ello, ha estado animando a los amantes de la música a comprar discos para salvar a la renqueante industria musical.

Ante las voces que la acusan de haber renegociado su contrato discográfico para lucrarse con este proyecto, Lily se ha defendido en su blog diciendo que "sigo siendo fan de la nueva música, así que esto no es ninguna iniciativa egoísta. Los días de hacerme rica gracias a mis discos han terminado".

Entre pollos y cerdos, así dijo Lily Allen que querría vivir una vez cumpliera los 25 años y se casara, declaró en su día a la revista People. Aún tiene 24, pero ya ha dado el primer paso: dejar la música. Sólo le queda buscar un vestido de novia.