Las novedades del nuevo curso: un informe Pisa español, refuerzo de matemáticas y cambios en el profesorado
El aumento de la complejidad de las aulas y la pérdida de poder adquisitivo alimentan el malestar y las protestas de los docentes en Cantabria, Valencia o Madrid


Las clases empiezan este lunes en casi toda España al menos en las etapas de Infantil y Primaria, si bien en Canarias, Asturias y La Rioja, lo harán el martes, y en Andalucía y Baleares, el miércoles. En total, más de ocho millones de alumnos volverán a las aulas ―la referencia más fiable, el dato oficial de cierre del curso pasado, publicado este verano, fue de 8.319.029 en el conjunto de las enseñanzas de régimen general no universitarias―. El profesorado, que volvió a los centros hace una semana, sumaba 793.215, su máximo histórico. El aumento de la complejidad en la composición de las aulas, sin un incremento de recursos acorde a los nuevos retos, alimenta el malestar docente en algunos territorios. El curso empieza con huelga desde el primer día en Cantabria, los sindicatos anuncian una probable convocatoria de paros en la Comunidad Valenciana, y continúan las movilizaciones en Madrid. El curso traerá, al mismo tiempo, varias novedades.
La primera es el estreno de la Evaluación General del Sistema. Unos exámenes muestrales (a una cantidad representativa del alumnado) implantados con la Lomloe destinados a mejorar el conocimiento sobre el rendimiento de los estudiantes que permitan diseñar mejor las políticas educativas. Participarán un millar de centros educativos y unos 35.000 estudiantes, y los resultados proporcionarán información tanto de ámbito estatal como autonómico, unas dimensiones que lo convierten en una especie de Informe PISA (la prueba internacional que organiza la OCDE) español. Los exámenes tendrán lugar en primavera con alumnado de sexto de Primaria, y evaluarán su competencia en lengua, matemáticas, ciencia, y digital. Los resultados se conocerán en 2027. Un año más tarde se realizará la misma prueba con alumnado de 4º de la ESO. Y se repetirá, con estudiantes de ambos cursos, con una periodicidad trienal.
España es ahora una excepción en la materia entre los países de su entorno, que sí cuentan con este tipo de pruebas, lo que lo ha hecho hasta ahora muy dependiente de la información que proporciona el Informe PISA.
A lo largo del curso también se pondrá en marcha, finalmente, el plan de refuerzo de matemáticas anunciado en enero de 2024, una vez concluya la fase de formación del profesorado que se encargará de dar las clases. Así, entre 2.000 y 2.500 centros de primaria y secundaria que participan en el programa ofrecerán una atención más personalizada al alumnado, lo que se traducirá en un descenso de las ratios de chavales por clase. Este se podrá articular mediante desdobles, codocencia (dos profesores en la misma aula) u otras fórmulas. Los centros educativos también podrán ofrecer clases de repaso gratuitas fuera del horario ordinario. La ausencia de Presupuestos Generales del Estado ha hecho que su arranque sea, de momento, a una escala modesta, pero el Ministerio de Educación, que es el que lo financia, espera ampliarlo en caso de que se aprueben unas nuevas cuentas.
El curso también traerá, salvo sorpresas, los primeros avances concretos en materia de la reforma del profesorado, comenzando probablemente por un descenso en las ratios de alumnos por aula y del número de horas lectivas de los docentes. Se espera, igualmente, que las universidades acuerden nuevos pasos en la armonización de la Selectividad en toda España.
Aulas menos llenas, pero más complejas
La cifra de estudiantes de las etapas obligatorias, Primaria y la ESO, ha descendido en un lustro en 122.695 estudiantes (aunque en la ESO el retroceso no se produjo hasta el curso pasado), lo que supone una bajada del 2,5%. En paralelo, sin embargo, la complejidad de las aulas ha aumentado, debido al incremento del alumnado con necesidades de apoyo educativo.
Uno de los principales motivos es el crecimiento en el número de estudiantes extranjeros. El curso pasado se alcanzó la cifra de 1.125.860, parte de los cuales se incorpora a las escuelas, sobre todo a las públicas, con desconocimiento de la lengua vehicular, con desfase curricular, o en situación de pobreza, una circunstancia que se ha agravado en los últimos años debido al aumento de los precios, y, en particular, del coste de la vivienda.
Los profesores señalan, sin embargo, que la complejidad también ha aumentado por otros factores, como el número de alumnos con necesidades de apoyo educativo por otros motivos. Una categoría amplia que incluye a los chavales con discapacidad que se incorporan a la escuela ordinaria, aquellos que están diagnosticados con dificultades de aprendizaje, como la dislexia o trastornos de atención, y el de aquellos catalogados en “situación de vulnerabilidad socioeducativa”.
Por todo ello, además de reclamar la reducción del número de estudiantes por aula, el presidente de la federación de directivos de institutos públicos Fedadi, Antoni Picornell, reclama un aumento no solo de docentes, sino también el de otros perfiles de profesionales educativos especializados. “Se necesitan recursos y profesores”, coincide Jorge Delgado, presidente de la asociación de directores de colegios públicos Fedeip, para poder proporcionar a este alumnado una atención adecuada.
Protestas
El aumento de la complejidad sin un incremento acorde de los medios en la enseñanza pública, y la pérdida de poder adquisitivo alimentan el malestar docente en muchas zonas de España. El curso pasado se cerró con un gran crisis educativa en Asturias, que concluyó con un acuerdo de mejoras en diversos ámbitos. Y el actual se inicia con la huelga en la enseñanza pública de Cantabria, debido a reivindicaciones de carácter salarial, y a la exigencia del Ejecutivo regional de condicionar una subida de sueldo no solo a un aumento del 50% en las horas de formación necesarias para conseguir un sexenio (algo que los sindicatos han aceptado), sino de condicionar el acuerdo a la aprobación de los presupuestos (el PP gobierna en minoría en el Parlamento regional), lo que, según Miluca Berberina, portavoz del STEC, constituye “una utilización política” del profesorado.
En la Comunidad Valenciana se ha convocado este lunes un paro en FP. Y CC OO y UGT han anunciado la probable convocatoria de huelga en el resto de etapas en protesta por la nueva normativa que reduce la enseñanza en valenciano, y el incumplimiento de la Generalitat en la incorporación de 7.700 docentes al sistema público. Un compromiso firmado por el anterior Ejecutivo autonómico de izquierdas, y al que, según han declarado los tribunales, está sujeto el actual del PP. En Cataluña, este lunes hay convocada otra huelga de carácter salarial del personal laboral (un colectivo de unas 300 personas integrado por docentes especialistas de FP). Y en Madrid hay convocadas movilizaciones, aunque de momento no huelga, para reclamar mejoras en el sistema de oposición y acceso a la profesión docente.
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