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María Garaña (ClarkeModet): “Para mí es un privilegio traer el táper a la oficina”

La experta en tecnología asegura que es “malísima” para el WhatsApp y que desconecta del móvil sin dificultad

Carmen Sánchez-Silva

María Garaña (Madrid, 1970) señala que su madre siempre le dice que toda la vida la ha visto igual: corriendo y con una bolsa entre manos que, cuando era joven, contenía su equipo de competición deportiva y, después, su ordenador. Sin embargo, ella se considera una persona tranquila, “nada estresada”. La ejecutiva, que lideró Microsoft en España y también en Europa, Oriente Próximo y África, la misma región de que se hizo cargo posteriormente en Google, hoy es consejera delegada de ClarkeModet, una multinacional española especializada en propiedad industrial e intelectual que factura 75 millones de euros brutos.

Pregunta. ¿Echa de menos la tecnología?

Respuesta. No, no la echo nada de menos. El mayor privilegio profesional es poder hacer lo que quieres. Y después de pasar por posiciones de liderazgo en grandes multinacionales tecnológicas, ahora quería dirigir una multinacional española.

P. ¿Qué aprendizajes ha trasladado a ClarkeModet de su paso por Microsoft o Google?

R. La excelencia en la ejecución y conjugar el interés general con el particular.

P. ¿Cómo reparte el tiempo de trabajo y de vida personal?

R. Para mí el trabajo es una forma de vida. Es muy importante la flexibilidad y no hay una línea divisoria entre él y la vida personal, los alterno a lo largo del día y soy una madre muy presente, desde la educación de mis dos hijos hasta saber qué hay en la nevera o todo lo que pasa en mi casa.

P. ¿Cocina usted?

R. Sí. Hago los menús de toda la semana y cocino, pero no me complico en la vida. Mi hijo mayor acaba de empezar la universidad y vive en Holanda y mi marido ahora trabaja una parte de la semana en Dinamarca, con lo cual somos dos.

P. ¿Se han ido alternando su marido y usted para asumir puestos de responsabilidad en otros países?

R. Ahora le toca a él, es su momento, su oportunidad. Hemos podido acomodar las piezas y yo creo que el éxito de nuestro matrimonio es que ninguno de los dos ha tenido que hacer grandes renuncias ni personales ni profesionales. Lo hemos planeado así y hemos tenido suerte porque los dos hemos pensado muy bien en qué tipo de empresas queríamos trabajar y lo hemos conseguido.

P. ¿Qué le gusta hacer cuando no trabaja?

R. Me gusta mucho la fotografía, sobre todo latinoamericana, porque he vivido muchos años allí. Me gusta ver exposiciones, ir a galerías... También me gusta mucho leer y hacer deporte. En mi espacio personal, no leo libros de grandes gurús de los negocios. Ya he leído bastantes. Me intento cultivar en aquello que es lo contrario de lo que hago en mi día a día, procuro educarme en humanidades.

P. ¿Qué está leyendo ahora?

R. Estoy leyendo Roma: el imperio infinito del periodista italiano Aldo Cazzullo. Me gusta mucho leer sobre Roma porque, excepto internet, todo empieza en Roma.

P. En cuanto a la fotografía, ¿va a exposiciones o también es aficionada a hacer fotos?

R. No, soy muy mala haciendo fotos. No me gusta ni hacer fotos ni que me las hagan. Soy una persona cero nostálgica, no miro mucho al pasado, y de los momentos que me quiero acordar, recuerdo el olor, la sensación... No tomo fotografías, pero sí me gusta mucho ver fotografía. Últimamente, estoy descubriendo fotógrafos nuevos a través de la galerista Blanca Berlín.

P. ¿Es coleccionista?

R. Eso son palabras mayores. Tengo algunas fotografías, pero no diría que soy coleccionista porque colección suena a cierta masa crítica. Estoy muy orgullosa de haber podido comprar alguna fotografía después de muchos años. Tengo algunos tesoros y algunas copias también.

P. Y viajar, después de todo el mundo que ha recorrido por su carrera profesional, ¿qué lugar ocupa en su vida?

R. Viajo, pero ahora me gusta más viajar para ver personas que para ver cosas o sitios. He pasado en diferentes épocas casi 19 años fuera de España y he conocido a mucha gente y me he hecho un propósito de contactar con quienes no quiero perder el contacto. Aunque me dedico a la tecnología, soy malísima para el WhatsApp.

P. ¿Y cuál es su relación con el teléfono?

R. Lo uso mucho menos de lo que podría pensar. No me gusta nada la sensación de tener que responder a cosas, a menudo no contesto a mis amigos en dos días. De forma natural, practico la desconexión.

P. ¿Cuál es el último viaje que ha disfrutado especialmente?

R. Puerto Rico. Tenía curiosidad. Mi marido es guatemalteco, por eso conozco mucho América Latina, pero me faltaba Puerto Rico, donde tenemos un amigo y hemos estado allí este verano. Y, por supuesto, el sitio adonde siempre viajo es Asturias. Mi familia es de Asturias, hasta ocho generaciones tanto por parte de padre como de madre, y nunca falta en mis días de vacaciones. Cada vez me gusta más.

P. ¿Cómo se definiría?

R. Como una persona normal. No es falsa modestia. Con los años soy muy consciente de mis defectos y de las cosas que me gustan de mí. Me gusta que soy una persona extremadamente leal, y como defecto destacaría que soy desconfiada.

P. ¿Se cuida?

R. Mucho.

P. ¿Cómo?

R. Me cuido porque la maquinaria que tengo me tiene que durar lo más posible en buenas condiciones. Lo trato como un aspecto como muy pragmático. ¿Qué hago? Pues hago deporte, corro (me gusta mucho hacerlo por la Casa de Campo) y voy al gimnasio a practicar la fuerza. Pero he hecho mucha gimnasia. Cuando era pequeña a nivel profesional y me ha ayudado mucho para desarrollar mi gran fuerza de voluntad, que es otra de las cosas que me gustan de mí.

P. ¿Cuida también su alimentación?

R. Sí. No tengo comidas ni cenas de trabajo y para mí es un privilegio traer mi táper a la oficina. Para llevar tantos años en el trabajo y que me siga gustando me tengo que encontrar bien y una de las claves es no tener ni comidas ni cenas de trabajo. Como mucho hago desayunos. Intento comer en mi casa y de mi casa lo más posible y los días que no me da tiempo a hacerme la ensalada allí, me agarro mis dos tomates, una lata de atún y medio aguacate y me la preparo en el trabajo. Cojo mi bolsita verde con mi táper [que muestra]. Además de la alimentación y del deporte, un tercer aspecto con el que me cuido es dejando pasar muchas cosas, y no soy pasota. Pero pocas cosas me sacan de mis casillas. Soy bastante racional y nada estresada.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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