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Viajar, estudiar, trabajar y no perderse: así es la experiencia internacional capaz de cambiar tu vida

Tras vivir su propio viaje a Australia con poco dinero y sin apenas inglés, Marta Caparrós fundó YouTOOProject, una plataforma que ha acompañado a más de 30.000 jóvenes en una aventura que va más allá del aprendizaje de un idioma

Marta Caparrós y el equipo de YouTOOProject.
Nacho Meneses

Cuando Marta Caparrós llegó por primera vez a Australia, lo hizo buscando un lugar lo más alejado posible donde poder mejorar su inglés. Con 25 años, esta graduada en Marketing y Relaciones Públicas ya había tenido un par de experiencias internacionales, y con 20 había hecho la sempiterna peregrinación a Inglaterra, donde se juntaba con tantos hispanohablantes que el efecto sobre sus competencias lingüísticas fue más bien inexistente. Esta vez buscaba algo diferente.

Se instaló en Byron Bay casi por accidente, enamorada de lo que todavía considera “un sitio idílico” tras varios meses recorriendo granjas como voluntaria a cambio de comida y alojamiento: “Hice de todo, desde recoger plátanos a pulir suelos, cuidar niños o limpiar cuadras, viajando un poquito y conociendo un poco el país como podía. Venía con una visa de turista, poco dinero y muchas ganas de aprender”, cuenta por videoconferencia. Fue también cuando abrió una página de Facebook —Españoles en Byron Bay— en la que compartía su día a día: surf, playas, ballenas, anécdotas sin filtro. Sin saberlo, estaba empezando algo.

Un día, alguien le escribió pidiéndole ayuda para encontrar una escuela de inglés. Así que Marta acudió a una escuela local, que le ofreció su primera comisión si lograba traer a ese estudiante. Y funcionó. Después vinieron más destinos, más acuerdos, y el impulso definitivo de una familia australiana para la que entonces trabajaba, cuidando niños y como asistente personal, que creyó en ella y la ayudó a montar una empresa. Así nació YouTOOProject: una plataforma para que otros pudieran vivir lo que ella vivió, pero sin sentirse perdidos al aterrizar. Hoy mantienen acuerdos con más de 700 escuelas en destinos como Australia y Nueva Zelanda (mayoritariamente), Canadá, Irlanda, Malta o Dubái, y ofrecen servicios de asesoramiento completamente gratuitos para los estudiantes.

Marta Caparrós, fundadora de YouTOOProject, vive y trabaja en Byron Bay, Australia.

Impacto a largo plazo

“Sinceramente, a mí me cambió la vida. He visto a muchos chavales viniendo aquí con 18 años y pienso en la suerte que tienen de haberlo hecho tan pronto; yo me fui con 25″, recuerda Caparrós. Tras 13 años al frente de YouTOOProject, tiene claros los efectos positivos de vivir y trabajar en el extranjero, independientemente de cuál sea el recorrido vital, académico o laboral de cada uno: “Te ayuda a espabilar y responsabilizarte más de lo que te pasa en el día a día de tu vida. El tomar decisiones por ti mismo; el hecho de aprender otro idioma, de conocer otras culturas y mezclarte con gente de diferentes países te enriquece un montón”, sostiene.

La conclusión de los estudios de Bachillerato es un momento idóneo para vivir una experiencia que puede dotar a los jóvenes de numerosas habilidades que les serán de utilidad en el futuro. “Cuando, con 17 años, los jóvenes hacen la Selectividad (PAU), muchos no tienen claro qué carrera elegir, y por eso puede ser un buen momento para hacer algo así. Ese gap year que tan instaurado está en países como Estados Unidos o Reino Unido, sigue viéndose como algo raro en España", añade. “Aquí, nuestros padres nos dicen que vayamos a la uni y que hagamos un máster, y ya luego hacerte esa experiencia en el extranjero”.

Por eso, si no se tiene claro el camino que tomar, Caparrós recomienda una experiencia como esta: hacer las maletas de camino a Australia (o a cualquier otro destino), aprendes inglés y vuelves a casa al cabo de un año o año y medio: “Tengan o no más claro lo que quieren hacer con su vida, lo que es seguro es que regresarán, al menos, con un buen nivel de inglés, lo que les abrirá más puertas a nivel profesional”.

Un programa con apoyo local

¿Antes o después de la universidad? La mayoría de los visados que gestiona el equipo de Caparrós son de jóvenes entre 18 y 30 años, aunque hay quien decide embarcarse en esta aventura con 40, 50 e incluso 60: nunca es demasiado tarde. “Hasta hace un par de años, el público objetivo eran sobre todo chavales que habían terminado la universidad y venían con un curso de inglés de seis meses y un visado de nueve, con ganas de trabajar también. Porque en su casa pueden ser ingenieros o abogados, pero aquí vienen a lavar platos o limpiar casas. Aquí todos hacen ese tipo de trabajos porque el inglés es bajito”, esgrime.

Pero cuando su emprendimiento empezó a crecer se dieron cuenta de que, aunque cada vez más personas les contactaban, muchos no terminaban de decidirse. Así que Caparrós empezó a contactar con ellos, buscando un motivo. “La respuesta era siempre la misma: les daba miedo. Miedo de llegar y no ser capaces de lidiar con todas las incertidumbres de un entorno desconocido y lejano. ”Pero no había motivo, porque nosotros tenemos un servicio de local advisors, un colaborador local en todos los destinos que atiende a cada estudiante cuando llega. Le recoge y se toma algo con él o ella; le proporciona una tarjeta sim y 50 dólares de Uber para que se trasladen desde el aeropuerto a donde necesiten; le ayuda con el currículum y la búsqueda de empleo, aportándoles tips que pueden serles muy valiosos".

Los estudiantes que optan por viajar a Australia pueden hacerlo con un visado de estudiante (que da permiso para trabajar hasta 24 horas a la semana), o con el visado Work and Holiday (Trabajo y vacaciones, con el que puedes trabajar sin límite de horas), disponibles desde hace unos años para los ciudadanos españoles. YouTOOProject se encargará de todas las gestiones y les ayudará, lo primero, a elegir escuela, dependiendo del presupuesto que se tenga.

Los visados de estudiante y de 'Work and Holiday' permiten trabajar durante la estancia en Australia.

Pero ¿hay que trabajar siempre? “Es muy difícil dedicarse solo a estudiar, porque Australia es muy caro. Tienes que pagarte la escuela, la comida, el alojamiento... Así que, si tienes el derecho de trabajar, conviene aprovecharse de ello. Y no olvidemos que es una forma de poner en práctica ese inglés que aprendes, más allá de la gramática y el speaking que haces en la escuela. “En mi caso, yo aprendí muchísimo trabajando con los niños a los que cuidaba. Ellos se reían de mí porque al principio no entendía nada de lo que me decían. Tenían seis y ocho años, y ahora, cuando tienen unos 20, aún nos reímos de esa época en la que no hablaba nada”, explica con una sonrisa en la boca.

Clases, empleo y más

Estudiar y trabajar en el extranjero es, como se ha mencionado, una experiencia con profundas ramificaciones en el futuro proyecto vital de estas personas. Pero no se queda ahí, ya que el componente socializador juega también un papel fundamental: “Cuando llegan los estudiantes, además de la figura del local advisor, les metemos en un grupo de WhatsApp por ciudades en el que compartimos los eventos que organizamos. Hace nada, por ejemplo, montamos un torneo de pádel, porque los alumnos están muy focalizados en el tema deportes. Y eso les ayuda mucho con todos esos miedos de ”no hablo inglés"; “me muero, no sé qué hacer”; o “voy a estar solo, no sé qué va a pasar o quién me va a ayudar”. Caparrós se ve claramente identificada porque ella tuvo esos mismos miedos cuando llegó por primera vez: “Uno de mis mayores miedos era hablar inglés, porque me daba mucha vergüenza. Y librarse de ella es el primer paso que hay que dar”.

Los escollos, afirma, siempre aparecerán, pero nunca serán insalvables. Y será precisamente el ir superando, día a día, esas pequeñas dificultades, lo que aportará un mayor aprendizaje y te hará crecer como persona, como ocurre en el resto de aspectos de la vida. “Fíjate que, cuando estás en el extranjero, algo tan básico como ir a comprar el pan puede convertirse en un dilema cuando no hablas el idioma. Pero esa resiliencia, esa capacidad de adaptación hace que vayas adquiriendo unas tablas que te servirán tanto a nivel personal como profesional”, explica.

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Sobre la firma

Nacho Meneses
Coordinador y redactor del canal de Formación de EL PAÍS, está especializado en educación y tendencias profesionales, además de colaborar en Mamas & Papas, donde escribe de educación, salud y crianza. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Valladolid y Máster de Periodismo UAM / EL PAÍS
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