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VIVIENDA
Columna
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La especulación inmobiliaria sacude Europa

Las dificultades para los ciudadanos se han agravado a medida que han retrocedido las políticas sociales

Andreu Missé

El creciente peso de las operaciones especulativas sacude el mercado de la vivienda en España y en Europa. Un estudio de la asociación de consumidores Asufin ya había detectado el pasado marzo un notable aumento de los compradores de viviendas que tomaban la decisión de hipotecarse con fines de inversión, que representaban el 56% de las operaciones. En cambio, las personas que se hipotecaban para la adquisición de su primera casa solo significaban el 14%.

Es bien sabido que las causas del encarecimiento y la escasez de viviendas son múltiples. Pero los hechos certifican que las dificultades para los ciudadanos se han agravado en los últimos años en toda Europa a medida que han retrocedido las políticas sociales y han facilitado la conversión de la vivienda en un objeto de inversión en lugar de un bien social y un derecho humano.

Es notorio el retroceso social en vivienda en la Unión. La proporción de viviendas sociales en Europa, que en 2021 representaba el 8% del total (14 millones de casas) ha disminuido sensiblemente desde la situación en 2010, cuando significaban el 11% del parque, según una resolución del Parlamento Europeo del pasado septiembre. El documento de los eurodiputados señala que esta reducción de los equipamientos sociales se ha producido “aunque el número de personas vulnerables, incluidas las personas sin hogar y los migrantes, ha aumentado significativamente”. Una disminución que relacionan también con “una ralentización de la construcción de nuevas viviendas sociales y la privatización del parque inmobiliario existente, mediante la cual las viviendas sociales se convierten en viviendas de alquiler a precio de mercado”.

El análisis de la Eurocámara sitúa a los especuladores en el centro de las causas de la crisis habitacional. Así, señala que “la brecha entre la oferta y la demanda de vivienda se ha visto agravada por el importante papel desempeñado por los especuladores en el aumento de los precios de la vivienda y la creación de burbujas inmobiliarias, así como por la falta de inversión pública en viviendas asequibles y sociales en las últimas décadas”.

Entre sus recomendaciones, los diputados europeos destacan la necesidad de incluir condiciones a largo plazo para los beneficiarios de los fondos europeos de cohesión destinados a viviendas asequibles y la exclusión de los inversores especulativos “mediante el establecimiento de salvaguardias contra las adquisiciones especulativas a corto plazo”.

La crisis de la vivienda, propiciada por un menor peso de la inversión social y creciente presencia de las actividades especulativas, es una de las causas principales del malestar de los ciudadanos en numerosos países europeos. En Holanda, el malestar por la carencia de viviendas (se estima que faltan unas 400.000) y su consiguiente encarecimiento se ha convertido en el principal tema de debate ante las próximas elecciones. Existen fundados temores de que la crisis de vivienda favorezca un avance de la ultraderecha. El malestar se asienta siempre en realidades objetivas y en el caso de la vivienda es palpable que los gobiernos progresistas olvidaron sus compromisos y su misma razón de ser.

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