El PIB de Alemania se contrae un 0,3% en el segundo trimestre, el triple de lo previsto
La revisión del dato preliminar lanza otro jarro de agua fría sobre la economía del país, cuyo ministro de Finanzas ha pedido al resto del Gobierno que analicen recortes presupuestarios


Otro jarro de agua fría sobre Alemania. La economía del país se contrajo más de lo previsto inicialmente en el segundo trimestre del año, con una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,3% entre abril y junio, respecto a los tres meses anteriores. Son los datos que ha publicado este viernes la Oficina Federal de Estadística de Alemania, que corrige así la primera estimación, en la que había establecido un mínimo descenso del 0,1%.
“La producción industrial evolucionó peor de lo previsto inicialmente”, argumenta el organismo para justificar la corrección de la cifra preliminar publicada a finales de julio. “Según los nuevos datos disponibles, la producción en la industria manufacturera y en la construcción evolucionó en junio de 2025 peor de lo esperado. Además, el consumo privado para el segundo trimestre de 2025 se revisó a la baja”, explica la oficina estadística en una nota.
El batacazo del segundo trimestre contrasta con el leve crecimiento del 0,3% registrado en el primero. De acuerdo con el informe mensual del Bundesbank publicado esta semana, tras el aumento de los aranceles estadounidenses a principios de abril —y pese a la prórroga que retrasó la aplicación del arancel general del 15% para la UE hasta este mes de agosto—, la economía experimentó un retroceso en la producción industrial y las exportaciones. Mientras, en el primer semestre del año Alemania exportó mercancías por valor de 786.000 millones de euros, un 0,1 % menos que en el mismo periodo de 2024.
“La incertidumbre en materia de política económica, en particular debido al conflicto comercial con Estados Unidos, siguió lastrando la actividad inversora de las empresas”, señala el banco central alemán en su último informe. “La producción de la construcción volvió a descender tras una ligera recuperación en el trimestre anterior, alcanzando incluso su nivel más bajo en diez años, a pesar de la tendencia al alza de la demanda. Aunque el consumo privado se benefició del fuerte aumento de los salarios, el mercado laboral siguió siendo demasiado débil para generar un mayor impulso”, agrega.
Las estimaciones del Bundesbank son poco optimista y apuntan a que el rendimiento económico podría estancarse en el tercer trimestre. “Las sombrías perspectivas para el comercio mundial, la situación aún débil de los pedidos y la baja utilización de la capacidad disponible deberían seguir afectando a la actividad inversora de las empresas”, valoran los expertos del organismo. Tampoco se esperan fuertes impulsos para la economía por parte del sector de la construcción; y el consumo privado debería verse frenado por las perspectivas moderadas del mercado laboral y la desaceleración de la dinámica salarial.
En opinión del supervisor alemán, si bien el acuerdo alcanzado en la disputa comercial entre Washington y Bruselas debería haber reducido la incertidumbre sobre los futuros aranceles, esta sigue siendo elevada debido a cuestiones aún pendientes y a la volátil política económica estadounidense. Sin embargo, añade el Bundesbank, las cargas adicionales derivadas de los aranceles estadounidenses se ven contrarrestadas por una demanda algo más sólida de lo esperado en otras zonas económicas.
Dificultades presupuestarias
Alemania se enfrenta a un tercer año consecutivo con un crecimiento económico nulo o muy endeble, mientras se espera que el Parlamento apruebe los Presupuestos para 2026 antes de finales de noviembre. En ese marco, el ministro de Finanzas alemán, Lars Klingbeil, se ha mostrado especialmente preocupado ya por las siguientes cuentas, las de 2027, y en una circular que ha trascendido a los medios solicita a todos los ministerios “propuestas sustanciales de consolidación”. Es decir, recortes.
Klingbeil es consciente de los grandes retos a los que se enfrentará en la elaboración del presupuesto federal para los próximos años y quiere comenzar ya en septiembre con la elaboración del de 2027. En la planificación para el periodo 2027-2029, Alemania prevé un déficit total de unos 172.000 millones de euros.
En una carta a la que ha tenido acceso la agencia de noticias alemana dpa, y han replicado numerosos medios del país, el ministro pide a sus compañeros del gabinete un “esfuerzo conjunto”. El también vicecanciller alemán no descarta que, para cubrir el enorme déficit, sea necesario modificar leyes y suprimir derechos adquiridos.
Según el escrito, los planes presupuestarios para 2027 presentan un déficit de más de 30.000 millones. “Espero que todos los ministerios presenten propuestas sustanciales para consolidar el presupuesto federal en sus respectivos planes individuales”, subraya el líder socialdemócrata. Esto también se aplica a “los fondos no disponibles cuyo uso pueda requerir medidas legislativas adicionales”.
Klingbeil deja claro en la carta que el crecimiento económico esperado y los recortes acordados hasta ahora en la Administración y los programas de ayuda no son suficientes. “Dados los grandes retos a los que nos enfrentamos, nuestras respuestas también deben ser mayores”, escribe. Y pide que se establezcan prioridades, “ya que no todo lo que sería deseable puede financiarse”.
Los secretarios de Estado de los distintos ministerios tienen previsto reunirse en la primera quincena de septiembre para discutir los siguientes pasos. Se trata de una fecha relativamente temprana que subraya la preocupación por las dificultades que atraviesa Alemania. Normalmente, el trabajo sobre el presupuesto de 2027 no comenzaría realmente hasta la primavera de 2026.
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