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Las cinco grandes economías del euro exigen cambios en el Eurogrupo

Francia, Alemania, España, Italia y Países Bajos reclaman un órgano “suficientemente ágil para los retos estratégicos de la zona euro”

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, charla con el actual presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe
Manuel V. Gómez

Los cinco grandes países de la zona euro exigen cambios profundos al próximo presidente del Eurogrupo, sea el actual, el irlandés Paschal Donohoe, o a quien le suceda. Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y España piden “un Eurogrupo suficientemente ágil para abordar los retos estratégicos de la zona euro” en un texto de dos páginas al que ha tenido acceso EL PAÍS. El documento no contiene ninguna crítica explícita a Donohoe, quien opta a la reelección, pero de su lectura se infieren varias de las carencias de las que ha adolecido en los últimos tiempos el órgano que agrupa a los ministros del área monetaria única y en el que ha obtenido resultados magros, algo que ha llevado en ocasiones a países como España o Francia a impulsar iniciativas como el Laboratorio de Competitividad lanzado por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para integrar el mercado de capitales a varias velocidades si es necesario.

“El próximo mandato del presidente del Eurogrupo comenzará en una coyuntura crítica”, apunta el documento en una de sus primeras frases. Con este comienzo, el grupo firmante del non-paper (nombre en argot bruselense de este tipo de documentos que llegan a los debates en las instituciones de la UE) deja claro que se posiciona ante la próxima elección de quien estará al frente de este órgano en los próximos dos años y medios, si bien, ellos no ponen sobre la mesa nombre alguno, ya que el texto solo entra en asuntos de contenido y de metodología de funcionamiento.

Lo primero que piden los firmantes atañe al método de trabajo y ahí aparecen cuestiones muy básicas como “que los ministros del Eurogrupo deberían disponer de materiales preparatorios”. Otra reclamación es que se eviten las duplicidades entre el Eurogrupo y el Ecofin, donde están presentes todos los ministros de la UE, también los de países que no están en el área monetaria: “Debería establecerse una clara división del trabajo”. Llegan, incluso, a pedir que no se convoquen reuniones cuando no haya necesidad de hacerlo y flexibilidad, ahora hay una cita cada mes, menos en agosto.

En lo referente a los contenidos, los cinco grandes de la UE exigen “dar ímpetu a la unión de ahorro e inversiones”, siguiendo el plan que se diseñó en mayo de 2024. También se reclama al nuevo presidente determinación “para impulsar los proyectos” como el de la ”unión bancaria” que aún están pendientes. En este momento, el Consejo de la UE tiene sin rematar una directiva para la gestión de crisis bancarias que se presentó tras la crisis financiera en Estados Unidos, protagonizada por el Silicon Valley Bank, en marzo de 2023.

Otro de los elementos sobre los que se reclama ambición es el euro digital, un proyecto a medio camino entra la divisa digital y el sistema de pagos que las instituciones europeas llevan años desarrollando. El euro digital es visto ahora como una herramienta para ganar autonomía frente a Estados Unidos, puestos que prácticamente todos los sistemas de pago digital (tarjetas de crédito, Apple Pay, Paypal...) son norteamericanos.

El Eurogrupo se creó en 1997, pero fue en la crisis del euro en la que ganó un auténtico protagonismo. Durante los rescates a Estados como Grecia, Irlanda, Portugal, España y Chipre se convirtió en un verdadero centro de decisión en el que se dictaban las líneas clave de la política económica de los países que pedían la ayuda financiera. Sin embargo, este órgano es, en realidad, informal y sus decisiones tienen que ser ratificadas después en el Consejo de la UE, en este caso el Ecofin.

Esto último explica buena parte de su pérdida de protagonismo en los últimos años, en los que las crisis han sido de otro cariz, también las económicas. Una la provocó la pandemia de covid-19 y otra, la invasión de Ucrania por Rusia, que arrastró consigo una inflación desconocida en décadas.

No obstante, estas circunstancias no ahorran críticas soterradas a Donohoe por cómo ha presidido en Eurogrupo desde que en julio de 2020 derrotó a la entonces vicepresidenta y ministra de Economía española, Nadia Calviño, en una carrera reñida por presidir este órgano. El irlandés renovó su mandato en enero de 2023 sin oposición. Ahora opta a la reelección y, por ahora, no hay competidores. Hasta el momento solo han sonado nombres, como el del propio ministro español, Carlos Cuerpo, pero no se ha confirmado ninguno.

Resulta muy significativo que sean los cinco países más grandes los que suscriben este documento, más allá de su contenido, porque el Eurogrupo tiene un funcionamiento diferente al de otros órganos de la UE. Por ejemplo, su presidencia no se elige en un voto ponderado según las dimensiones del PIB de cada país o, como en el caso del BEI, por su aportación al capital de la entidad. La elección se produce por el principio de un país un voto —el voto de Alemania cuenta tanto como el de Malta— y eso hace que los candidatos de países pequeños tengan muchas más opciones.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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