El Congreso cierra el plazo de enmiendas a la reducción de jornada y reactiva su tramitación

La Mesa del Congreso ha acordado este martes cerrar el plazo de enmiendas al proyecto de ley para la reducción de la jornada máxima legal de 40 a 37,5 horas semanales, reformar el registro horario y desarrollar el derecho a la desconexión. Con esta decisión, se obliga a los grupos parlamentarios a que se posicionen y presenten o no una enmienda a la totalidad del texto, según ha informado Europa Press.

El Gobierno había aprobado este proyecto de ley en el Consejo de Ministros el pasado 6 de mayo y la envió al Congreso para su tramitación. Y, a pesar de que el Ejecutivo eligió el procedimiento de urgencia para tramitar esta norma, la falta de apoyos parlamentarios para aprobarla, había provocado que el texto quedara encallado en el plazo de enmiendas, que ha llegado a prorrogarse en cuatro ocasiones.

No obstante, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había asegurado públicamente que el primer debate sobre esta ley se llevaría a cabo antes del paréntesis veraniego. A esto se le suma el hecho de que la propia Díaz exigiera este lunes al líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, reactivar y acelerar la agenda social, como una de las contrapartidas para mantener su apoyo a los socialistas tras el estallido de su escándalo de corrupción.

Esta norma es el proyecto estrella de Díaz y su departamento y, tras 11 meses de negociaciones en el diálogo social, fue pactado a finales de diciembre con los sindicatos CC OO y UGT, pero no suscitó el respaldo patronal de CEOE-Cepyme. Precisamente, el rechazo de los empresarios ha sido hasta ahora el principal argumento del PP para no dar su voto favorable en el Congreso. Si bien, de momento, los populares no han precisado si su negativa se traducirá en una enmienda a la totalidad o si apoyarán la única enmienda anunciada por parte de los independentistas de Junts. En la misma línea del PP, los responsables de Vox tampoco respaldarán el recorte de jornada ni han adelantado su postura ante la posible enmienda a la totalidad de los independentistas de Puigdemont.

Así, la formación catalana ha sido la única que ha reiterado alto y claro que presentará una enmienda para que el texto sea devuelto al Gobierno, debido al rechazo frontal de las patronales catalanas, fundamentalmente de la principal asociación de pymes, Pimec. En concreto, distintos dirigentes de este partido han justificado su posición contraria a esta medida por ir en contra de la órbita del pequeño y mediano empresariado catalán que conforma el principal núcleo del electorado de Junts.

En cualquier caso, ahora los grupos parlamentarios tendrán que posicionarse y decidir si presentan o no una enmienda a la totalidad. Y, de registrarse alguna petición para que se devuelva todo el texto normativo al Ejecutivo, se debatirá en un próximo pleno, que podría celebrarse como pronto en julio, de forma extraordinaria, o ya en septiembre, en el nuevo periodo de sesiones. En dicho pleno, los partidos tendrán que retratarse de nuevo y votar la enmienda a la totalidad, que de salir adelante (algo que se produciría con los votos de Junts, PP y Vox), supondría el fin de la tramitación de esta norma y que el Ejecutivo tuviera que volver a empezar desde cero a diseñar esta ley.