La reforma de las ayudas europeas al azúcar provoca una ola de protestas

La Comisión Europea aprobó ayer su propuesta para reformar el sistema de ayudas al azúcar y las reacciones en contra no se hicieron esperar. Las organizaciones medioambientales (WWF) y de derechos humanos (Oxfam), los países productores del ACP (África, Caribe y Pacífico), el Gobierno español, así como los grupos parlamentarios españoles del PSOE y del PP, pusieron el grito en el cielo.

El Ministerio de Agricultura calificó de "inaceptable" la propuesta y que es terminar con la intervención de precios dejándolos en precios de referencia recortados en un 39% en tres años y mantener, sin embargo, las cuotas de producción.

La finalidad de esta complicada reforma (véase EL PAÍS del martes 21 de junio) es reducir la producción europea de azúcar y recortar también, por tanto, los excedentes para su exportación, lo que fue expresamente condenado por la Organización Mundial de Comercio hace dos meses.

Para paliar los efectos negativos, Bruselas prevé compensaciones a los agricultores y ayudas especiales a la reestructuración para aquellos que abandonen el cultivo. "Es una reforma decente, pero dolorosa. Vamos a intentar causar el menor daño posible", dijo ayer la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel.

Los países ACP reaccionaron en contra. El recorte del precio de referencia de los 631,9 euros la tonelada ahora a los 385,5 en 2009 también les afecta negativamente.