Aroma a fruta atlántica

Galicia posee una impresionante diversidad de terruños y variedades de uva de calidad que, desgraciadamente, no siempre se han valorado y tratado como corresponde. Porque no basta con tener buenas viñas: necesitan el tratamiento vitivinícola adecuado para poder crear con ellas vinos exclusivos. Hay viñedos que no entregan todo lo que atesoran hasta que no se acierta con el adecuado manejo de la cepa. Pero cuando el viticultor sueña con un gran vino, y reúne la voluntad y condiciones necesarias, el milagro se produce.

Es lo que ha ocurrido con el viñedo de José Ramón Gayoso, unas pocas hectáreas de soberbia godello plantadas hace 70 años en las laderas del Sil, con óptima exposición al sol, y asentadas en terrenos pizarrosos, a las que ha arrancado un blanco de sorprendente carácter.

Tiene la sutileza de la fruta atlántica, tímida y madura, carnosa y blanca, llena de matices herbáceos y florales, con el dulzor matizado de cítricos, y una base mineral sobre la que levanta el cuerpo esbelto y firme.

Un blanco elegante, potente y vivo, que estimula y convence.