Ehne afirma que el Gobierno chantajea a los ganaderos, y les excluye de las ayudas públicas procedentes de la UE

El sindicato agrario Ehne acusó ayer al Departamento de Agricultura del Gobierno vasco de "chantajear" a los ganaderos excluyéndoles de las ayudas públicas procedentes de la Unión Europea si no comercializan su producción mediante las marcas comerciales Kaiku-Iparlat o Lábel, en las que participa directamente el propio Ejecutivo autónomo. Los miembros de la Ejecutiva de Ehne, Félix Ajuria y Andoni García, y el técnico de sectores ganaderos, Alberto Llona, denunciaron que en el último reparto de dichas ayudas públicas quedan excluídos unos 200 de los 1.000 productores de leche de vacuno que trabajan en Euskadi. De los 3.600 ganaderos de ovino sólo recibieron ayudas un centenar. Todavía está por cifrar a los baserritarras del sector cárnico que tampoco recibirán la prima adicional. Ajuria denunció que el Gobierno vasco "apuesta más por mantener las estructuras comerciales que ha creado" que por dar un apoyo real a los sectores ganaderos de cara a paliar las consecuencias "nefastas" de la nueva Política Agraria Común, (PAC). Para ello "utiliza todos los resortes en su mano, como la utilización excluyente de las ayudas públicas como forma de presión hacia los baserritarras que no se integran en sus proyectos. Desde Ehne no aceptamos ni vamos a aceptar todos estos mecanismos de reparto de la prima adicional que nos quieren obligar a incorporarnos a las estructuras del Gobierno vasco, privándonos de nuestra libertad de elegir cómo y con quién queremos comercializar", advirtió Ajuria.

Aclaro además que el distintivo comercial Lábel es una marca privada, inscrita en la Fundación Kalitatea, cuya participación está gestionada al 100% por el Gobierno vasco. Respecto a Kaiku-Iparlat, García constató que también el Ejecutivo vasco tiene una "vinculación clara y definida" y por lo tanto propugna una política agraria, basada en "construir,favorecer y controlar una única y gran estructura que integre la producción, transformación y comercialización de los productos agrarios. Agricultura no debería discriminar ni despreciar a los baserritarras que queden fuera de sus proyectos", criticó.