El PP catalán se hunde y queda sin representación en Lleida y Girona

Las urnas pasaron factura ayer en Cataluña al PP. El fuerte aumento de la participación, la mayor desde 1986, y las dudas suscitadas en una parte de la ciudadanía sobre el tratamiento informativo dado por el Gobierno al atentado terrorista de Madrid sacudió las urnas: con el 100% de los votos escrutados, el PP logró el 15,5% de los sufragios y seis escaños, y se quedó sin representación parlamentaria en Lleida y Girona. En Barcelona desciende de ocho a cinco escaños. En total, el partido ha perdido 148.000 votos en Cataluña.

La debacle ha sido espectacular: hace cuatro años, el PP catalán obtuvo el 22,8% de los votos y 12 escaños en Cataluña. La participación rozó el 79%, 13 puntos por encima de la de las elecciones de 2000.

El PP no sólo no logra su objetivo de convertirse en el segundo partido más votado tras los socialistas, sino que pasa de ser tercera fuerza a cuarta, después de CiU y ahora también por debajo de ERC.

Los resultados han convertido en un anhelo inalcanzable la aspiración del líder del PP en Cataluña, Josep Piqué, de que estas elecciones fueran una segunda vuelta de las autonómicas de noviembre, que desplazaron al PP a la marginalidad parlamentaria tras ser decisivo en el Parlament durante ocho años gracias a la precariedad de CiU. No ha sido así. Anoche un Piqué visiblemente triste proclamó: "Lo primero es felicitar al Partido Socialista y el deseo de que administre la victoria de la mejor manera, como estoy seguro que hará".