El 'Hespérides' explora la zona donde está el 'Prestige' hundido

El buque oceanográfico español Hespérides realizará en agosto una nueva campaña en la zona del Atlántico donde están hundidos los dos trozos del petrolero Prestige. El objetivo principal es depositar allí sismómetros de fondo -para tomar datos de microsismicidad- que serán recogidos en septiembre, también por el Hespérides. Esta campaña complementa la realizada desde el pasado 18 de junio hasta el 5 de julio con este barco de investigación para estudiar la geología de la zona, de cara al proyecto de colocación de una marquesina sobre el buque hundido, una de las opciones que se barajan para solucionar el problema del petrolero.

El estudio, en el que participan científicos del CSIC, del Instituto Geológico y Minero y de la Universidad de Vigo, está enfocado hacia la investigación de los riesgos geológicos en la zona. A bordo del Hespérides trabajó también en junio/julio un experto de Repsol, la empresa encargada de poner en marcha las operaciones de extracción del fuel del Prestige o de aislarlo.

Zona geológica inestable

Los datos recogidos hace un mes y medio están siendo analizados, pero la impresión de los expertos encargados de estudiar la viabilidad de la idea de la marquesina, no es tranquilizadora, dado que la zona donde está el Prestige parece ser geológicamente más inestable de lo que se creía.

La campaña de junio/julio se dedicó a estudiar la morfología del fondo, la sedimentación y la arquitectura tectónica de la zona, explica Gemma Ercilla, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar, del CSIC, en Barcelona, y coordinadora de este estudio encargado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Para ello se utilizó la sonda multihaz del Hespérides, se tomaron muestras de sedimentos hasta cuatro metros y medio de profundidad y se hicieron perfiles sísmicos de alta resolución, con los que se obtiene una especie de radiografía del subsuelo bajo el fondo marino, hasta un kilómetro o un kilómetro y medio de profundidad en este caso.

Los investigadores están trabajando contra reloj para procesar los datos, pero algunos análisis, como los de los sedimentos, llevan tiempo, y el informe definitivo de la campaña probablemente no estará listo hasta finales de año.

El plan se organizó de manera que se delimitaron dos zonas: una exactamente donde se produjo el hundimiento, cubriendo unos 95 kilómetros cuadrados, en la que se hicieron numerosos perfiles de sísmica de alta resolución y se tomaron numerosas muestras de sedimentos; la segunda era más amplia, en el banco de Galicia y el monte submarino en el que quedó acostado el Prestige partido. La información obtenida por los científicos es necesaria para evaluar y planificar cualquier actividad de ingeniería en el fondo. Es como hacer un estudio del terreno cuando se va a construir un edificio, dice Ercilla.