Lula se subió a la moto
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aceptó posar para una fotografía subido en una motocicleta para realizar el sueño de un desempleado que desde hacía una semana montaba guardia frente al palacio presidencial. Ante decenas de cámaras, Lula subió anoche en la motocicleta del desempleado José Cándido y posó para una fotografía al lado de su admirador, que llegó a Brasilia el 30 de diciembre pasado e insistía en que permanecería en la capital brasileña hasta que el nuevo mandatario cumpliera su sueño. Cándido, que realizó un viaje de 15 días en su motocicleta desde el Estado amazónico de Acre hasta la capital federal de Brasil, quería ver al nuevo mandatario sentado en su vehículo, un modelo antiguo y bastante maltratado al que decoró con varias calcomanías de la campaña presidencial del líder socialista. Tras una semana montando guardia tanto frente al palacio de la Alvorada, la residencia de los mandatarios brasileños, como frente a la Granja do Torto, la casa de campo presidencial, el desempleado finalmente vio su sueño cumplido el lunes, cuando Lula llegó al palacio para dormir. El gobernante, como lo ha hecho varias veces desde que asumió la presidencia brasileña hace una semana, se detuvo en la entrada del palacio de la Alvorada para firmar autógrafos, conversar con admiradores y posar para fotografías. Al reparar que ya había visto a Cándido en otras ocasiones en el mismo lugar, el líder socialista le preguntó por su deseo. "Traiga entonces su moto", le dijo Lula al desempleado, al que trató de "hijo", al enterarse de lo que quería. "Pueden sacar las fotos", anunció el mandatario, con muy buen humor, tras subir en la motocicleta y posar al lado de un brasileño anónimo que no disfrazaba su cara de felicidad.
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