Un coche bomba de las FARC mata a 12 jóvenes en Colombia

Doce jóvenes que se divertían la noche del sábado en la llamada zona rosa de Villavicencio, al sureste de Bogotá, murieron y casi un centenar resultaron heridos en un atentado terrorista atribuido a las FARC. Según las autoridades, se produjeron dos explosiones. La primera carga, de unos 20 kilos, se activó pasada la una de la madrugada; cuatro minutos después, cuando varias personas atendían a los heridos, vino la segunda explosión.

La zona rosa es el sitio de diversión preferido por la gente joven de esta ciudad, a dos horas de Bogotá y capital de la provincia de Meta. 'Es el proceder y la forma de actuar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)', dijo a este periódico el gobernador Luis Torres. Cuatro de los cinco municipios de la antigua zona de distensión, donde por tres años se intentó una negociación de paz con las FARC, son de Meta. En gran parte de esta zona de inmensos llanos hay presencia paramilitar.

Para Torres, el atentado forma parte de la reacción de las FARC a los golpes que le ha propinado el Ejército desde el 20 de febrero, cuando se rompió el proceso. Desde la ruptura se han producido más de 20 atentados con explosivos en Meta, con un total de 80 muertos entre soldados y civiles.

Ayer también continuaron las voces de repudio por el asesinato del cabo José Norberto Pérez, padre de un niño enfermo de cáncer que suplicó infructuosamente a las FARC que le dejaran ver a su padre antes de morir, al cual tenían secuestrado. Pérez fue asesinado cuando intentaba huir del cautiverio de 25 meses en compañía de otro policía. Los dos formaban parte del grupo de 35 oficiales y suboficiales que tiene en su poder las FARC, en su idea de lograr un canje que permita la libertad de guerrilleros en prisión.

Por otra parte, un sacerdote fue asesinado cuando oficiaba misa en el departamento de Huila, a unos 380 kilómetros de Bogotá. Un feligrés murió en la misma acción, atribuida alas FARC.