Renault y Volvo vuelven a plantear la fusión de sus vehículos pesados

Cinco años después de su frustrado intento de fusión, Renault y Volvo vuelven a la carga con un proyecto conjunto para unir sus divisiones de vehículos pesados, según informaron ayer los diarios La Tribune y The Financial Times. La alianza, que debe incluir el intercambio de participaciones, podría firmarse en breve, antes de la asamblea general de accionistas que el grupo sueco celebrará el 26 de abril. De consumarse la fusión, Renault y Volvo se convertirían en el segundo constructor mundial de camiones de más de 16 toneladas, inmediatamente después de Mercedes. Escaldados, sin duda, tras la aparatosa ruptura que protagonizaron años atrás, Renault y Volvo se negaron ayer a comentar siquiera la noticia.

Según fuentes próximas a ambas compañías, el intercambio de participaciones iría más allá del terreno estricto de las divisiones de vehículos pesados. No se descarta, antes al contrario, que el Estado francés, propietario del 44,2% de Renault, facilite la operación cediendo a Volvo una parte de sus acciones.

El futuro grupo controlará el 30% del mercado europeo de camiones y el 23% del americano, además de afianzar notablemente su posición en Asia, donde Renault dispone del 22,5% de Nissan Diesel y Volvo participa junto a Mitsubishi en un sociedad especializada en los vehículos pesados. En España, la fusión debe reforzar aún más la situación predominante que ostenta ya la marca francesa.

Aunque la operación se da por decidida, la traumática experiencia del pasado hace que las direcciones de ambas compañías anden con pies de plomo. El proyecto de fusión anterior fracasó por la oposición de los principales accionistas de Volvo, recelosos del intervencionismo del Estado francés.

Las cosas han cambiado y todo parece indicar que los lazos establecidos entonces en las respectivas cúpulas anudarán el acuerdo. El Estado francés ha reducido su peso en Renault liberándola de la imagen de compañía tutelada y en el caso de la compañía sueca, que vendió en enero su división de automóviles a Ford, resulta evidente que necesita un socio de peso.