La patronal citrícola pide un sistema ágil para paliar la falta de "collidors"
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), que agrupa a los principales operadores privados, considera poco operativo el sistema que se ha arbitrado este año para centralizar la demanda de mano de obra en el campo durante la temporada citrícola. Según el presidente del CGC, Octavio Ramón, el mecanismo actual es lento y no sirve para cubrir la falta de collidors, por lo que reclama que se establezca un sistema similar al de la vendimia francesa para la contratación de inmigrantes durante la campaña.
La falta de recolectores durante la pasada campaña citrícola llevó al sector -el propio CGC, los sindicatos UGT y CC OO, las organizaciones agrarias COAG y Asaja y las Administraciones central, autonómica y municipales- a buscar una fórmula que permitiera paliar esta falta de mano de obra. El sistema elegido fue la creación de mesas provinciales a las que se dirigirían los empresarios o las cooperativas que necesitasen mano de obra. Posteriormente se lanzaba una oferta en todo el territorio nacional. Sólo cuando se constata que no hay trabajadores para cubrir la demanda, es cuando se puede recurrir a la contratación de inmigrantes. Según Ramón, "este sistema no resulta operativo, al ser demasiado lento". Además, según el presidente del CGC, esta campaña se ha demostrado que los trabajadores españoles no han contestado a las ofertas.La patronal citrícola apuesta por establecer contingentes similares a los de la vendimia, lanzando la oferta con tiempo suficiente. "La falta de mano de obra en el campo valenciano es una situación que irá a más en los próximos años, por lo que hay que prepararse para esta situación", señala Ramón, que niega que lo que pretendan sea "mano de obra barata". "Se ofrece un contrato con el salario que marca el convenio colectivo y se paga el viaje de ida", asegura Ramón, que además señala que traer inmigrantes -ya sean procedentes de países norteafricanos o de Europa del Este- permite una "fidelidad" del trabajador, ya que la ruptura del contrato implica pasar a situación ilegal. Según Ramón "los trabajadores españoles pueden cambiar si reciben una mejor oferta, con lo que siempre está la incógnita de saber si contarás con suficientes recolectores para acabar la campaña".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Kylian Mbappé tampoco puede librar contra el Talavera: “Ha sido decisivo, por eso lo dejamos en el campo”
El Baskonia sigue fuerte en el Buesa y suma una victoria de prestigio ante AS Monaco
Muere Hans van Manen, coreógrafo y maestro de la danza contemporánea, a los 93 años
Petro reconoce por primera vez que Maduro es un “dictador”
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































