El presidente de EEUU se despide en Hong Kong

Bill Clinton, a bordo del Air Force One, será el primer jefe de Estado que aterrice en el nuevo aeropuerto de Hong Kong, cuyo coste ha ascendido a 20.000 millones de dólares (tres billones de pesetas). Lo hará esta noche, horas después de que Jiang Zemin lo inaugure en el acto de clausura de las ceremonias conmemorativas del primer aniversario de la incorporación a China de la ex colonia británica. La entrevista con Martin Lee, el líder de la oposición democrática de la ex colonia, será el momento más polémico de la etapa en Hong Kong del presidente norteamericano, la última de su viaje de nueve días a China.La Casa Blanca ha sido acusada por las fuerzas democráticas de Hong Kong y los opositores estadounidenses al viaje de Clinton de buscar la menor publicidad posible a la cita de mañana con Lee para no ofender a Pekín. Mike McCurry, portavoz de la presidencia norteamericana, salió ayer al paso de esas interpretaciones en Shanghai.

McCurry confirmó que la entrevista con Lee no estará abierta a la prensa, pero añadió que eso es normal en todas las reuniones del presidente de EE UU con líderes de la oposición de cualquier país. "Cuando estuvimos en Alemania", recordó el presidente, "también se reunió en privado con el líder de la oposición socialdemócrata. Siempre es así". Pero Clinton, prometió su portavoz, defenderá el mantenimiento de la democracia y la economía de mercado en Hong Kong durante sus 24 horas de estancia en la ex colonia británica.

El presidente chino, y Tung Chee-hwa, el jefe Ejecutivo de Hong Kong, prometieron ayer seguir respetando el sistema particular de la ex colonia al tiempo que adelantaron que sus 6,5 millones de habitantes estarán crecientemente unidos a la madre patria. Lo hicieron en las ceremonias en las que, con danzas tradicionales y música pop chinas, celebraron el primer aniversario de la salida de los británicos.

Tung puso el acento en que Pekín ha cumplido sus promesas de respetar el principio de un país, dos sistemas. Jiang añadió que esa fórmula es una garantía de la prosperidad de Hong Kong y una fórmula para el regreso a la madre patria de Macao y Taiwan. En los últimos días, Taiwan ha vuelto a rechazar esa vía para su reunificación con la China continental.