La 'guerra del cava' se solventa con una sanción de 345 millones a Freixenet

El Ministerio de Agricultura ha impuesto al grupo Freixenet una multa de 345.054.799 pesetas por fraude en la producción de cava. La sanción fue aprobada hace semanas por el Consejo de Ministros en función del expediente administrativo abierto por el Consejo Regulador del Cava, que denunciaba a este grupo catalán por haber producido 19 millones de botellas sin el preceptivo envejecimiento de nueve meses en bodega.La sanción no es reconocida oficialmente por el grupo Freixenet, que ha presentado ya recurso ante la sección cuarta, sala tercera del Tribunal Supremo. Freixenet, que se apoya en un dictamen del catedrático de Derecho Administrativo Eduardo García de Enterría, expone en sus alegatos contra la dura sanción de Agricultura que los métodos de inspección del consejo regulador que dan pie al expediente no son fiables. El recurso, en la vía contencioso-administrativa del Supremo, lleva fecha del 26 de mayo.

Con esta decisión, Loyola de Palacio quiere cerrar la guerra del cava que estalló a finales de 1995 con las denuncias de Codorníu, la principal rival de Freixenet, y que desencadenó querellas y denuncias ante varios tribunales e instancias. La titular de Agricultura calificó la infracción como "incumplimiento de la legalidad", aunque subrayó que había "considerado que se trata de una firma muy acreditada, que elabora productos de mucha calidad".De Palacio afirmó que se ha aplicado el baremo de sanciones "no en su grado máximo y teniendo en cuenta que se trató de un hecho aislado". Por otra parte, laministra calificó de "locura" la llmada guerra del cava que, en su opinión, afectará negativamente la imagen de uno de los sectores más desarrollados de la industria de transformados agrícolas.

La multa sólo es parangonable con la sanción de 693 millones que en 1991 el Gobierno impuso a la Asociación Nacional de Productores de Pollos, a la Asociación Nacional de Mataderos Industriales de Aves y a 43 empresas tras acreditar acuerdos y prácticas restrictivas de la competencia dirigidas a limitar la producción y provocar alzas de precios.El Ministerio de Agricultura también ha abierto expediente sancionador contra la principal competidora de Freixenet, Codorníu, en este caso por utilizar la variedad pinot noir, no autorizada por el consejo regulador.