El PP destaca que los problemas llegan a "gangrenarse" cuando no se asumen responsabilidades políticas

El Partido Popular manifestó ayer su respeto por la decisión del Supremo de aplazar y remitir al juez instructor del caso GAL el recurso sobre si Felipe González debe declarar en esa investigación judicial. El Partido Popular habló sobre el asunto sólo por boca de su portavoz de Justicia en el Congreso, Andrés Ollero. El parlamentario no desperdició la ocasión para recordar que este problema podría haber tenido una solución más fácil si los altos cargos políticos socialistas implicados hubiesen asumido en su día alguna responsabilidad. Durante una conferencia de prensa en el Congreso, Ollero subrayó que "el problema es que, cuando cuestiones que llevan aparejadas responsabilidades políticas no se sustancian, llegan casi a gangrenarse y acaban en el ámbito judicial".El diputado del Partido Popular explicó a continuación que, precisamente por este motivo, los tribunales se ven abocados a situaciones "inoportunas" e "incómodas". También indicó que el PSOE no pasaría actualmente por estas dificultades si en su momento hubiese actuado con más firmeza contra sus dirigentes implicados.

El parlamentario del Partido Popular renunció ante los periodistas a realizar una interpretación política de la resolución del Supremo porque quería mantener un "exquisito respeto por las decisiones judiciales". Sólo precisó que es el Supremo el que debe dilucidar las responsabilides penales del asunto y añadió que, por tanto, debe actuar al margen de las consecuencias políticas que puedan ocasionar sus actuaciones.

Andrés Ollero defendió la libertad del magistrado José Luis Manzanares, miembro de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, para votar en este procedimiento a pesar de las declaraciones que el propio juez hizo en sentido contrario cuando era miembro del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta precisamente del PP.