El luto de la pequeña Francia

'La jornada de luto oficial se reflejó en las banderas a media asta, el minuto de silencio a las once de la mañana y la evocación voluntaria a François Mitterrand en las escuelas de Francia. Pero hubo también otro luto, el de la pequeña geografía sentimental de Mitterrand, ésa que él cultivo durante años. Su recuerdo fue rigurosamente conmemorado en los lugares que amó el ex presidente.Cerraron las diminutas librerías de lance de los bordes del Sena, los bouquinistes, que Mitterrand frecuentó durante toda su vida. Fue un homenaje callado de los libreros al ilustre cliente al que reservaban ediciones originales o raras de sus autores preferidos -Tolstói, Hugo, Drieu-La Rochelle- y grabados antiguos.
También cerró el pequeño restaurante norteafricano de la calle Bièvre, la callejuela cercana a Notre Dame en la que Mitterrand tuvo su residencia particular desde 1972. El restaurante, que ofrece en su menú un cuscús del presidente y al que Mitterrand, cliente asiduo, acudió a almorzar el día que abandonó el palacio del Elíseo, quiso sumarse al duelo. "No nos apetecía servir comidas en un día tan triste como éste", dijo el propietario.En la peña de, Solutre, un monte de Borgoña a cuya cumbre Mitterrand ascendía cada año, sin falta desde 1944, el día de Pentecostés, unas 600 personas se congregaron en romería. Ni siquiera el año pasado, cuando apenas podía andar ya más que unos metros presa de la fase final de su enfermedad, renunció el ex presidente a su rito de Solutre.
En Cháteau-Chinon, la población borgoñona de la que Mitterrand fue alcalde hasta su elección como presidente; en los alrededores de Latché, la pequeña casa de campo de las Landas en la que pasaba sus vacaciones; en Belle-ile, el pequeño puerto bretón al que acudía muchos fines de semana, se celebraron distintos homenajes espontáneos.Incluso el ciberespacio de Internet, ajeno a un hombre tan tradicional como Mitterrand, tuvo su pequeña parcela de luto. Cientos de mensajes llegaron a un buzón informático habilitado a tal fin.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Baró d’Evel despliega de nuevo en el Lliure toda su imaginación y su sentido de la maravilla
Lotería de Navidad: cuándo es el sorteo y dónde verlo en directo
Hallado muerto un hombre con heridas de arma blanca en Molins de Rei (Barcelona)
Nueve muertos y al menos diez heridos en un tiroteo en Sudáfrica, el segundo en 15 días
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Manuel Bustos acepta seis meses de cárcel por cargar gastos privados a la Federación de Municipios
- Jornada política del 20 de diciembre de 2025 | El PP suaviza su discurso sobre “pucherazo” en Extremadura y felicita a la Guardia Civil
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción




























































