Efemérides
Fue un horror de guerra, verdaderamente, y lo del holocausto ni te cuento, una atrocidad, pero los desfiles han quedado preciosos, a mí se me pone la carne de gallina en cuanto se juntan unos cuantos militares con medalla y se ponen a desfilar, sobre todo si hay bandas, mucho metal, el metal me pone los pelos de punta, y eso que esta vez no tocaban Soy el novio de la muerte, que en la II Guerra Mundial quedó como en el otro bando, no, pero seguro que cuando conmemoren lo de Bosnia, dentro de 50 años o lo que sea, sí que lo tocan, y, oye, ahí me voy a hinchar de llorar.Y luego, los documentales, que yo siempre digo que donde esté el blanco y negro, no hay color: sobre todo para la guerra, dónde va a parar, mucha más sobriedad. El color, claro que es una opinión, es ideal para las cosas de bichos que pasan en La 2, y para los concursos, sobre todo el Lingo de Ramoncín, que en cuanto se pone rosa ya sabes que han acertado. Pero esos documentales en b/n, ¿te diste cuenta de que no es raro que la moda de los 30 y los 40 siempre tienda a volver? Hombreras y cinturas entalladas: favorece una barbaridad. Y, además, el sombrero. Tiene que volver.
Lo de los campos de concentración fue superemocionante, aunque no estoy segura de que resultara adecuado que los supervivientes se presentaran con esos pijamas espantosos que les hacían ponerse, pobres, encima de lo que estaban pasando. Pero, en fin, creo que en los actuales campos de deportados de la antigua Yugoslavia cada cual lleva lo que tiene; en este sentido están mucho menos organizados, y eso, desde el punto de vista estético, puede quedar más resultón, sobre todo de cara a cuando lo conmemoren, dentro de 50 años o lo que sea.
Mi marido cree que lo de Bosnia, Dios mediante, lo darán por el Internet, y nosotros ya nos estamos preparando, porque en este mundo hay que avanzar. ¿No te parece?
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