Protección de animales en fincas privadas

El pasado día 30 de noviembre, a las cinco de la tarde, fue muerto de un tiro un perro mastín -acompañado de su dueña- por un guarda jurado de Algete, en ejercicio prepotente de un combinado formado por la ley de caza y por los privilegios de limitación de acceso a las grandes fincas que llegan a condicionar a la propia Guardia Civil.Al hecho lamentable siguieron las habituales, y para ellos necesarias, tareas de ocultación del cuerpo, de ahuyentamiento, aun por medios violentos, de los intrusos, generándose una situación tan al límite y tan agravada por las circunstancias de nocturnidad, descampado e inasistencia ante usos tan bárbaros que hube de efectuar una denuncia, en cuyo seguimiento encuentro los mayores problemas, dada la tendencia a no cooperar, no comparecer, no...

Sucumben así los hechos ante la dificultad -nada trascendente para los hechos mismos- de Probarlos. Es como si no hubiesen ocurrido. Pero han ocurrido. Están ahí. Son ya clamor, auténtica vox populi.

Tanto lo son, que ya rige en Cataluña la ley que permite a la Guardia Civil y autoridades el recono cimiento de las grandes fincas privadas en protección de las especies y dé sus amigos los humanos, propiciando el fin de la impunidad. Y nos preguntamos: ¿qué privilegios asisten a personas que de forma solitaria, sin jerarquización profesional alguna, pueden usar armas de alto poder y decidir libremente qué animales les es dado matar?

¿Cómo es que esas personas, precisamente porque usan placas de autoridad, se niegan a identificarse? ¿En base a qué pueden disparar, aun a perros acompañados, y violentar a sus acompañantes con la técnica (ya escarnecida en televisión) del "que te avío"? ¿Por qué se propicia su estilo violento, que ellos extienden sin más miramientos, a quienes les parecen enemigos o extraños?

¿Por qué en Cataluña -en esto también, avanzada europea de España- no se limita el derecho de investigación de nuestras autoridades y aquí sí? Enigmas de nuestro atraso ya en las puertas del siglo XXI.-