Yasuko Sato, una gran 'Madama Butterfly'

La entidad Música 2000 ofreció una segunda representación de Madama Butterfly, a cargo del denominado Teatro Lírico de Europa, que agrupa conjuntos e individualidades de distinto origen.Mereció la pena asistir, principalmente, por la excelente labor de la soprano japonesa Yasuko Sato, una voz hermosa, un talento artístico grande y una fuerza dramática considerable. No tuvo respuesta adecuada en el tenor Gurnari, de voz potente pero no demasiado bella, agudos apretados y falta de firmeza en la afinación. Bien, Suzuki, a cargo de otra artista japonesa, Kioko Makino, así como el cónsul, defendido más que discretamente por el barítono Gary Simpson.

Manuel Ivo Cruz, el director portugués, hizo un excelente trabajo de fusión entre el foso y la escena y logró matices de gran expresividad y delicadeza en pasajes instrumentales muy comprometidos. Sin mayores pretensiones, la puesta en escena resultó adecuada y decorosa, incluso con toques de buen gusto por parte del regista Giorgio Lalov. Bien afinado, ajustado y expresivo el coro.