Lo incautado a la Mafia servirá en Italia para crear empleo

La nueva ley contra la Mafia, aprobada por el Consejo de Ministros italiano y que deberá sancionar el Parlamento, prevé que el dinero incautado a los mafiosos se emplee inmediatamente en la creación de puestos de trabajo. La medida es inteligente porque uno de los escollos de la lucha contra el crimen organizado era que la gente decía: "Mejor tener trabajo, aunque sea mafioso, que estar desocupados". Las empresas confiscadas por actividades mafiosas conservarán sus puestos de trabajo, aunque en otras manos.

Lo mismo que la Mafia se ha especializado y usa cada día métodos más complejos, la nueva ley contra la Mafia pretende ponerse al día. Y será un instrumento precioso en manos del nuevo supercomisario, el magistrado Domenico Sica, que dispondrá ahora de poderes que nunca le fueron concedidos a su antecesor, el asesinado general Carlo Alberto dalla Chiesa.

Las investigaciones patrimoniales podrán ahora hacerse no sólo a los sospechosos de actividades ¡lícitas y no sólo por la policía fiscal, con escasos efectivos, sino también por la Guardia de Finanzas. Al mismo tiempo, el control financiero se podrá efectuar, no sólo en las subastas públicas, que parecían las más expuestas a las connivencias con el poder político, sino también en otros campos, como las ayudas de los bancos y los fondos de la Comunidad Europea. Asimismo, podrán ser objeto de investigación las propiedades de los mafiosos o sospechosos y empresas enteras, incluso bancos.

Fuga de capitales

Para evitar la fuerza de capitales al extranjero se permite el secuestro preventivo de los bienes. Todos los administradores públicos de alcaldías y regiones bajo proceso penal por actos mafiosos serán inmediatamente suspendidos de sus respectivos cargos. Y por último, las personas acusadas de tráfico de drogas o de secuestro de personas no podrán participar en subastas de entes publicos ni obtener licencias de comercio o de actividades empresariales. Lo más importante, afirman los observadores, es que exista la voluntad de ejecutar la nueva ley, que el poder mafioso intentará neutralizar por todos sus medios.Al mismo tiempo, el Parlamento sigue bloqueado por la batalla que están librando los francoabsentistas, hasta el punto de que Nino Martinazzoli, jefe de los diputados democristianos, ha querido militarizar a todos los representantes de su partido en el Parlamento, Es lo que se hace por ejemplo ante una huelga en los servicios públicos, cuando se militariza a los huelguistas para que tengan que ir al trabajo, so pena de sanciones penales.