El Tenerife jugara la próxima temporada con el Las Palmas

El Club Deportivo Tenerife logró el pasado domingo su ascenso a la Segunda División A en el estadio Heliodoro Rodríguez López, en el último partido de la temporada en casa, al vencer por 6 goles a 0 al Compostela. En 60 años de historia, este club había ofrecido pocas alegrías a su afición, que en los últimos años dejó de acudir masivamente al estadio. El domingo, sin embargo, registró un completo lleno. 20.000 personas celebraron el ascenso de su equipo. La próxima temporada se enfrentará, por fin, a la Unión Deportiva Las Palmas.

Las calles de Santa Cruz de Tenerife recobraron la animación del carnaval durante la tarde y noche del domingo. La afición se concentró, al término del partido, en tomo a la fuente de la plaza de la Paz, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, y colapsó el tráfico durante cerca de dos horas. El presidente del club, José López Gómez; el entrenador, José Ramón Fuertes, y varios jugadores se bañaron en una fuente pública, cumpliendo una promesa anunciada previamente por el primero.Para el técnico, la clave ha estado en conseguir un equipo conjuntado; hombres como Rubén Cano, Lasaosa y Masque se han ganado la admiración de la afición. El primero llegó al Club Deportivo Tenerife con la fama de haber jugado en el Atlético de Madrid, pero también con la inevitable sensación de "estar de vuelta". Lo cierto es que Rubén Cano dejó el fútbol sala para ayudar a recobrar la categoría perdida hace cinco años.

La fiesta ha venido después, largamente esperada por la afición, que el domingo vibró emocionadamente en el estadio y paseó con pancartas y banderas blanquiazules por las calles de la ciudad. Miles de personas vivieron más de tres horas de alegría una vez finalizado el encuentro. El presidente, Pepe López, fue llevado a hombros en el césped y después recorrió con directivos, técnico y jugadores las calles de Santa Cruz de Tenerife en una carroza.

Tras la ducha en la citada plaza, los aficionados, convocados por una emisora local siguieron en caravana hasta otro punto céntrico de la capital, la plaza de la Candelaria, patrona del archipiélago. Allí, el presidente del club cumplió la segunda parte de su promesa y dio una vuelta a la imagen, de rodillas.