El informe libanés sobre la matanza de palestinos en Chatila minimiza el número de muertos

Cuatrocientas setenta personas murieron durante la matanza perpetrada el pasado mes de septiembre en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila, en la periferia sur de Beirut, señala un informe del fiscal militar libanés que reveló ayer el diario israelí Yedioth Aharonot. El fiscal Assad Germanos asegura que sólo una pequeña proporción de las víctimas fueron mujeres y niños, indica el rotativo, que precisa que el informe no ha sido publicado en Líbano.

El balance exacto de víctimas de la matanza perpetrada entre el 16 y 17 de septiembre es, según el fiscal, de 328 palestinos (incluidas 7 mujeres y ocho niños), 109 libaneses, 7 sirios, 3 paquistaníes, 2 argelinos y 21 iraníes. Estas cifras son muy inferiores a las proporcionadas por las agencias de Prensa y diarios internacionales y los servicios de información israelí y norteamericano, e ignoran, por otra parte, la desaparición señalada de más de novecientos habitantes de los campamentos.Yedioth Aharonot afirma además que el comandante falangista de las Fuerzas Libanesas ha declarado a las autoridades israelíes que los acontecimientos de Sabra y Chatila fueron combates y no una matanza. La elevada proporción de elementos no palestinos entre las víctimas de los combates demuestra, en opinión de los falangistas, que no se trató de matar indiscriminadamente a refugiados palestinos.

Elie Salem, ministro libanés de Asuntos Exteriores, recibió ayer en el palacio Bustros a los embajadores de Colombia, Portugal y Brasil. Durante la reunión se examinó la posibilidad de que estos tres países contribuyan a ampliar la fuerza multinacional, cuyos efectivos ascienden a 4. 100 soldados norteamericanos, franceses e italianos.

Por otra parte, las autoridades libanesas acordaron ayer crear una fuerza de disuasión que se desplegará, si el Ejército israelí lo permite, en la región montañosa del Chuf, al este de Beirut, donde milicias drusas y cristianas se enfrentan diariamente.