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La subida del café brasileño no incidirá en los precios españoles

España no subirá por el momento los precios del café, pese a la decisión adoptada ayer en Río de Janeiro por el Instituto Brasileño del Café (IBC) de aumentar los mínimos de registro y la cuota de contribución, en cinco centavos de dólar por libra de peso y cuatro dólares (312 pesetas) por bolsa, respectivamente.Parece que esta medida del IBC responde a una actitud conjunta de los países productores más importantes, ya que Colombia aumentó también sus precios el pasado miércoles y El Salvador está a punto de hacerlo. La subida brasileña ha sido interpretada en círculos económicos como «valiente», si se tiene en cuenta la relativa escasez que registran los stocks mundiales de cafés arábiga. Informaciones diversas, procedentes del empresariado brasileño del café, indican que los grandes importadores norteamericanos y europeos tienen muy limitados sus stocks y se valen de sus disponibilidades anteriores para cubrir las necesidades más inmediatas.

Estas subidas no afectarán por el momento a los precios españoles, según fuentes del Ministerio de Comercio. España cuenta aún con reservas suficientes para varios meses, por lo menos hasta después del verano (por cuestiones de estrategia en política comercial los Gobiernos no hacen públicos los stocks exactos de que disponen). En caso de que esos stocks llegasen a disminuir ostensiblemente, el Gobierno español, en su afán de controlar los precios de productos alimenticios, podría canalizar su política importadora hacia aquellos países que no siguen por el momento esta tendencia alcista. El 20% de las importaciones españolas de café provienen de Brasil, el 30% de países centroamericanos, y el 50% restante del continente africano.

Los precios del café registraron tres descensos durante el año pasado (supusieron el 35% de reducción) para contrarrestar las alzas espectaculares que habían registrado durante los dos años anteriores y que suponían, a finales de 1977, más del triple que a comienzos de 1976.

Los precios aprobados por el Gobierno en septiembre del año pasado y aún vigentes son: tostado superior, 582 pesetas/kilo; tostado corriente, 574; tostado popular, 554; torrefacto superior, 538; torrefacto corriente, 530; torrefacto popular, 512; y descafeinado, de 666 a 636. Esta decisión respondía a la política de actuación administrativa en los artículos alimenticios para evitar, en lo posible, crecimientos de los precios fuera de los límites previstos.

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