Los soviéticos intentan impresionar con los Juegos Olímpicos de 1980

Moscú continúa los preparativo para la celebración de los XXII Juegos Olímpicos, que se celebrarán en el verano de 1980. Las obras de infraestructura avanzan a buen ritmo. Conjuntos hoteleros, villa olímpica e instalaciones deportivas se suman al centro informativo principal, un edificio que centralizará todos los servicios de prensa para los 3.000 periodistas y los quinientos informadores gráficos que, en número aproximado, acudirán a Moscú.Este centro de prensa será sólo parte del ramificado sistema periodístico puesto al servicio de los Juegos, ya que en todos los campos deportivos se crearán subcentros de prensa, y en el hotel para periodistas habrá un centro de comunicaciones y lugares de trabajo.

El edificio que centralizará todos los servicios informativos contará con seis salas perfectamente dotadas para cualquier necesidad del informador, que podrá contar -incluso- con una biblioteca de ediciones periódicas en seis idiomas. La central telefónica constará de casi cien cabinas para conferencias y la central telegráfica estará equipada con teletipos, aparatos telefotográficos y fotostáticos.

Los soviéticos parecen dispuestos a que los Juegos Olímpicos de 1980 se recuerden como un auténtico acontecimiento ejemplar, tanto a nivel de preparación y de organización, como a nivel deportivo. Con respecto, al primer punto, lo avanzado de las obras y las innovaciones que a nivel técnico van a introducir parecen asegurar el éxito, y con respecto a lo deportivo, la Unión Soviética efectúa una concienzuda preparación. Tal vez, todo esto constituye la mejor oportunidad para los soviéticos de obtener un resonante triunfo, el mejor triunfo sobre el mundo occidental.

La preocupación de los organizadores se hizo patente cuando sólo un mes después de finalizar los Juegos Olímpicos de Montreal organizaron una exposición mundial denominada «Técnica para la Ollmpiada», la primera en la historia de este tipo, y en la que participaron más de trescientas firmas y empresas de veintiún países, que aportaron sus mejores ideas para la organización y dotación de los Juegos de Moscú. Estos Juegos, no se puede olvidar, concentrarán a unos 12.000 deportistas de unos 130 países, unos 3.500 participantes en diversos congresos, conferencias, simposios y encuentros, 6.000 representantes de los medios de comunicación, unos 3.000 turistas extranjeros y otros tantos soviéticos. Las competiciones se transmitirán a todo el mundo a través de dieciocho cadenas de televisión en color y cien de radio.