Stefanos Tsitsipas: “No he votado en mi vida”
El griego es uno de los tenistas más plásticos de los últimos tiempos y huye de los tópicos. Charla con EL PAÍS sobre su carrera y temas que van más allá de las pistas

Cuenta Stefanos Tsitsipas (Atenas, 26 años) en el preámbulo de la entrevista que sigue evolucionando con el español, que Paula Badosa, su pareja, tiene mucha facilidad para hacer amigos y que está disfrutando de estos días en Madrid. En términos de resultados, la carrera del griego ha perdido fuerza, después de haberse batido durante unos cuantos años con los tres gigantes (Federer, Nadal y Djokovic) y de estar expuesto ahora al ascenso imparable de la nueva generación. Habla uno de los jugadores más plásticos de los últimos tiempos y renuncia al carril de los tópicos. Tipo singular, él. Diferente. Está bronceado, va en pantalón corto y posa con gusto y dotes de modelo para la foto.
Pregunta. Encabeza su perfil de X con la foto de una ballena y la palabra Parley. ¿Por qué?
Respuesta. Es una organización sostenible que se centra en recoger plásticos de los océanos y reutilizarlos de una forma positiva. Parley colaboró en 2019 con Adidas [su patrocinador deportivo] y me gusta mucho su trabajo porque así han salvado a muchos seres vivos. No nos hacemos a la idea de lo contaminados que están los océanos, la gente no está muy concienciada, así que estoy tratando de ayudar de esta forma: concienciando.
P. ¿Está verdaderamente preocupado de hacia dónde vamos en términos medioambientales? ¿Se considera entonces un tipo comprometido?
R. Sí, lo estoy. Obviamente he hecho algunas donaciones en el pasado, pero realmente me gustaría hacer más. Me gustaría estar más involucrado y emprender algún tipo de proyecto; no por el hecho de que me vaya a reportar beneficios, sino por pasión.
Podía haber decidido mejor y quizá lo he hecho tarde, pero estoy feliz de estar donde estoy
P. Usted es una persona reflexiva. Cuando mira a su alrededor y observa todo lo que sucede, Gaza, Ucrania o Trump, ¿qué piensa?
R. No sigo la política; de hecho, para serle honesto le diré que ni siquiera voto. No he votado en toda mi vida, así que eso ya dice que no soy realmente consciente de ese tipo de cosas. En lo que yo creo es en el deporte, en el poder que tiene de unir a la gente y cambiar las cosas. Admiro mucho a aquellos deportistas que han ganado mucho dinero y que luego han hecho donaciones o han aportado gran parte de ese dinero a buenas causas, especialmente las que están relacionadas con los niños y el planeta. Soy muy sensible hacia estas cosas y las apoyo. Siento que muchos aspectos de la política están ahí, pero o no somos conscientes o bien no son lo que vemos, no están claros; hay muchas incertezas y muchas cosas ocultas.
P. ¿Suele meditar?
R. Desgraciadamente no, ojalá lo hiciera; es algo que quiero hacer, pero una cosa es decirlo y otra hacerlo. Quiero enfocar mi vida a partir de la serenidad y de ser zen. No quiero caer en los extremos ni disfrutar de las cosas extremas, sino que prefiero un buen equilibrio y ese es el sentimiento zen del que le hablo; creo en el equilibrio en cualquier ámbito de la vida y siento que para estar bien conmigo mismo necesito cuidarme, así como cuidar de la gente que me rodea.
P. Davidovich dice que ha sufrido durante el 70% de su carrera, por solo un 30% de disfrute. ¿El tenis va de disfrutar o de sufrir?
R. Siempre depende de cómo veas el vaso, medio lleno o medio vacío. He tenido fases de mi carrera en las que parecía una montaña y no había mucha alegría, pero hay otras en las que me veo más alegre. Lo de hoy, por ejemplo, es doloroso; acabo de hacer una sesión de cardio que ha sido extremadamente dolorosa; sentía que me sangraban los pulmones. Fue muy intensa. ¿Pero la disfruté? Por mucho que pueda sonar extraño, sí, la disfruté. He disfrutado de hacer algo positivo para mí. Prefiero golpear la pelota y jugar algunos puntos, pero eso es parte de este viaje, el viaje de querer ser mejor. Hay mucho dolor, pero sobre todo cuando no puedes conseguir lo que deseas, porque detrás hay mucho sacrificio y quieres resultados instantáneos. Si quieres triunfar, esto funciona así. En general, hay más placer que sufrimiento y alcanzar la gloria atenúa otras cosas malas que puedan estar ocurriéndote en la vida.
P. Fernando Verdasco comentaba que los tenistas son como los artistas. ¿También lo ve así? Su tenis es muy especial.
R. Sí, nos consideraría artistas, seguro, pero también gladiadores porque lo que hacemos en la pista cada semana no se hace en muchos deportes. El calendario que tenemos en el tenis es único y ser capaz de enfrentarte a él, de entregarte y de estar en lo más alto día tras día es uno de los mayores desafíos. Esto no sucede en ningún otro deporte. Sí, somos artistas, pero también somos gladiadores porque estamos ahí fuera exprimiéndonos al máximo.
Creo que los tenistas somos gladiadores porque nos enfrentamos a un desafío único: nuestro calendario
P. ¿Qué es el éxito para usted?
R. Para mí el éxito sería dejar un impacto positivo en el tenis. No necesariamente ganarlo todo o ganar grandes torneos; por supuesto que me gustaría hacerlo, lo daría todo por ganar Grand Slams y voy a continuar sacrificándome para ganar uno, pero quiero que se me conozca como a alguien que ha hecho algo bueno por nuestro deporte y que ha inspirado a los niños, que les atraiga a jugarlo. Quiero que la gente piense que contribuí de alguna forma al deporte que yo elegí.
P. ¿Está satisfecho de su carrera hasta ahora? ¿Se reprocha algo?
R. Sí, en algunas cosas sí, pero al mismo tiempo, vengo de Grecia y allí nunca se ha conseguido nada en el tenis, así que he sido el primero que ha tenido la voluntad de ir a contracorriente y he intentado demostrar a la gente que soy capaz de hacerlo. En ese sentido, estoy satisfecho. También sé que ha habido ocasiones en las que podía haber decidido mejor y en las que podía haber actuado de una forma más inteligente de cara a mi futuro. He fallado en algunos torneos en los que podía haberlo hecho mucho mejor y ahora estoy dándome cuenta de que he tomado algunas decisiones tarde, de que quizá debería haberlas tomado hace cinco años; pero bueno, al menos he empezado y ahora estoy disfrutando del proceso. En realidad, estoy en una buena posición. Soy feliz de estar jugando y de llamarme a mí mismo tenista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
